Endowment Universidad de Navarra
El Endowment es una cartera que sirve para financiar de forma estable una parte de la actividad universitaria. Su objetivo es destinar una cuantía anual sostenible al presupuesto ordinario para el cumplimiento de fines propios de la Universidad y, de este modo, que las donaciones recibidas tengan un impacto duradero y sean un sostén estable para financiar la actividad a lo largo del tiempo.
Además, tiene como fin lograr una rentabilidad añadida para preservar a largo plazo el poder adquisitivo del patrimonio del fondo.
Actualmente, existen dos endowment dentro de la Universidad: centros académicos e IESE, que tienen una gestión diferenciada y su propia memoria económica.
Endowment centros académicos
El endowment de los centros académicos está compuesto por dos subfondos: Fondo Hipólito Astigarraga, constituido a partir de un legado recibido y cuya finalidad por voluntad del donante es ayudar a la investigación en enfermedades; y el de la actividad docente, un fondo genérico para ayudar a los fines que asigne la Universidad.
Para conseguir el doble objetivo de financiar los proyectos y mantener el poder adquisitivo del patrimonio a lo largo del tiempo, la Universidad tiene reglamentos de inversiones y de gasto donde se regulan ciertos límites a las inversiones, fundamentalmente dirigidos a limitar el riesgo, así como a cumplir con los valores de la institución.
También se establece la fórmula de cálculo de la cantidad destinada a fines cada año. La política de inversiones limita la volatilidad permitida al 10%. Otro límite es el 70% máximo de exposición a renta variable, 15% en activos de renta fija calificados de alto rendimiento, y un 30% en posiciones de activos alternativos. Además, no está permitido el apalancamiento, excepto el que provenga de posiciones en derivados, que en cualquier caso no podrá sobrepasar el 30% del valor del patrimonio bajo gestión. La política de gasto establece que la cantidad disponible para gasto se calcula con base en el 3,5% del valor medio de la cartera en el año previo (dándole un peso del 20% de la ecuación) y de la cantidad que se dispuso el año previo ajustada por la inflación (peso del 80%).
Aplicación a fines: 80% de la cifra del año anterior + 20% del valor del endowment x 3,5%
Para una cartera de estas características, y un horizonte temporal de largo plazo, un dato relevante son las rentabilidades medias obtenidas en periodos amplios. En este caso, la rentabilidad media anualizada desde el inicio, en el curso 2011/12, es del 4,19%.
Datos relevantes
El endowment de la Universidad ha cerrado el curso con una rentabilidad del 16,92%. El 95% de la rentabilidad la ha aportado la renta variable, debido tanto al buen comportamiento de este tipo de activos en el periodo, como por el incremento de peso que se le ha ido dando en la cartera, que ha pasado de un 41% en la apertura del curso a un 69% en el momento del cierre.
Para el curso 2021/22 se espera la continuidad de los buenos resultados de las empresas, lo que se traducirá previsiblemente en buenos resultados de la renta variable. Es previsible mantener unos pesos de activos similares al cierre del curso.
Origen y destino del fondo
La existencia de un endowment va ligada a la generosidad de los donantes que han aportado los fondos para que éste pueda existir y ser sostén de muchas de las actividades desarrolladas. Un endowment se caracteriza por estar ligado a fines concretos (becas, cátedras, etc.) por voluntad de los donantes. Normalmente, el fondo total suele estar compuesto por la suma de endowments con distintos fines. La aplicación anual a fines procede de su rentabilidad en función de la “ley de gasto” aprobada. Se trata de una fórmula que permite destinar anualmente una cuantía para cumplimiento de fines y el resto de la rentabilidad, si la hubiera, a recapitalizar el fondo para que no pierda poder adquisitivo.