Tesorería ordinaria
La Tesorería Ordinaria (T.O.) está compuesta por los fondos necesarios para la actividad ordinaria del ejercicio en curso. Se genera con los recursos obtenidos por cobro de matrículas, atención de pacientes, contratos y subvenciones para investigación, etc. Su destino es sufragar el gasto ordinario: nóminas, proveedores, gastos generales, equipamiento, etc. En caso de presupuestar algún excedente se traslada al Fondo de Ahorro (FAHUN) o en caso de necesidad se reembolsa del mismo.
Cada centro con gestión independiente (centros académicos, Clínica o IESE) se encarga de realizar las previsiones de cobros/pagos mensuales. Los saldos de tesorería disponibles se invierten en productos de renta fija con mínimo riesgo (depósitos bancarios y fondos de inversión monetarios) siguiendo una política muy conservadora.
Durante el curso 2020/21, los tipos de interés han continuado, un año más, a unos niveles de mínimos históricos y como consecuencia la rentabilidad de los activos con menor riesgo (como el depósito bancario o el bono soberano) se ha acercado a cero o a tipos negativos.
Los principales datos de la Tesorería Ordinaria de los últimos ejercicios son:
La evolución de los tipos de interés explica la evolución a la baja de las rentabilidades obtenidas en los últimos cursos.
En cuanto al nivel de deuda bancaria, generada principalmente por la apertura de la nueva sede de la Clínica en Madrid y por efectos de la pandemia, se redujo desde un saldo inicial de 19,72M € a 7,66M € a cierre de ejercicio.
Fondo de Ahorro (FAHUN)
Desde abril de 2012 las tesorerías de la Universidad disponen del Fondo de Ahorro (FAHUN) para invertir los excedentes de tesorería. Este fondo se puso en marcha para gestionar de forma eficiente los ahorros de la Universidad y que se destinan a proyectos cuyos pagos no se prevén en el ejercicio en curso sino en los siguientes.
La política de inversión del fondo es conservadora, aunque en menor medida que la Tesorería Ordinaria. Fundamentalmente invierte en productos de renta fija, una pequeña parte en renta variable (máximo 15%) y productos alternativos (máximo 10%). Tiene un límite de exposición a divisa del 10% y la volatilidad máxima permitida es del 3%.
La gestión se realiza con un horizonte temporal de 3-5 años y busca la preservación del capital y la obtención de una rentabilidad de al menos un punto por encima de la Tesorería Ordinaria. La referencia más importante para el análisis de rentabilidad son las cifras anualizadas de periodos medios como 3 y 5 años.
Datos relevantes
El Fondo de Ahorro, que en el curso 2019/20 y por motivo de la incertidumbre creada por la pandemia y ante una posible necesidad de liquidez se desinvirtió en casi su totalidad, a lo largo de este curso 2020/21 restableció la posición previa a la pandemia. La rentabilidad obtenida ha sido del 4,24%, superando la caída del ejercicio previo del -3,39%. La mayor parte de la rentabilidad la ha aportado la renta variable, el 87,45%, a pesar de suponer un peso medio del 11,77% de la cartera.
Al ser un fondo a corto plazo, fundamentalmente invierte en renta fija por lo que ante la situación de los tipos de interés supone que una gran parte de la cantidad destinada a este tipo de activo esté en activos monetarios, lo que se traduce a final del curso en un peso del 52%. Para el curso 2021/22 el objetivo en renta variable es mantener un peso similar al que la cartera tenía al cierre (14%) y seguir invirtiendo en activos de renta fija diversificando y siendo muy selectivos en cuanto al riesgo.