Sin abrazos, ni apretones de manos, pero con mensajes de ánimo y agradecimiento para los 1.780 alumnos que este año terminan sus estudios en la Universidad de Navarra. Así transcurrió la segunda edición de la i de Alumni, un evento que la Universidad de Navarra organizó para acompañar a estos estudiantes que, de un día para otro, han visto cómo se acababa su etapa universitaria sin oportunidad de despedirse físicamente de sus profesores y compañeros por la pandemia del Covid19. Este año, el escenario de la i de Alumni se trasladó desde el teatro del Museo hasta las pantallas de cada ordenador. Pero no fue un acto de despedida. “Acaba una etapa, empieza otra. Seguimos juntos”, fue su lema.

El rector de la Universidad Alfonso Sánchez-Tabernero intervino en directo, hizo balance de lo acontecido los últimos dos meses y medio, y felicitó a los recién graduados. “Habéis reaccionado con madurez y profesionalidad. Todos hemos aprendido algo: cuando llega la tormenta inesperada, como ha sido el caso, es donde se descubre quién es buen marinero. Solo vuestra generación podrá decir que al concluir su etapa universitaria tuvo que sacar todo su coraje, toda su determinación, toda su pericia, para hacer frente a este gran cambio que hemos afrontado”.

Alfonso Sánchez-Tabernero dijo que eran una promoción preparada, aunque advirtió que su camino no iba a estar exento de dificultades. “Hemos pedido a nuestro servicio de Carreras Profesionales que hagan lo imposible por ayudaros. También hemos establecido solo para vuestra promoción descuentos de un 25% en todos los másteres que se imparten en los campus de San Sebastián, Pamplona y en la nueva  sede urbana de Madrid”. El rector anunció también que se está preparando una graduación conjunta y presencial para todos los alumnos al final del primer trimestre del curso próximo, siempre que las autoridades sanitarias lo permitan.

Los decanos de todas las facultades quisieron dirigirse a los nuevos graduados en Medicina, Ciencias, Derecho, Economía, Filosofía y Letras, Enfermería,  asistentes de dirección, comunicadores, ingenieros, farmacéuticos, educadores, psicólogos, teólogos y arquitectos. Los máximos responsables de los centros protagonizaron vídeos cargados de nostalgia, pero también de esperanza ante los nuevos retos; de confianza en las posibilidades y de potencial en estos jóvenes, formados para poner todo su conocimiento al servicio de la sociedad.

Una promoción especialmente preparada, llamada ‘promoción corona’, que todo lo que ha aprendido en los últimos meses no se encontraba en ningún plan de estudios. Una promoción privilegiada, como añadió la presidenta de Alumni, Inés García Paine.  “Vivimos tiempos históricos. Las grandes crisis son para las grandes mujeres y los grandes hombres que se han formado en las grandes instituciones. La pandemia que azota el planeta y que pondrá a prueba la resistencia y el talante de todos, es el momento para demostrar cuál es nuestro espíritu”.

Por este escenario virtual pasaron antiguos alumnos que transmitieron consejos a los nuevos alumni, una familia que forman ya 120.000 personas de más 100 países. Incluido el periodista Luis Piedrahita, que intervino en un vídeo: “Necesitamos ideas jóvenes, fuertes y llenas de energía. Os necesitamos como soldados implacables para vencer esta situación que nos viene encima”, dijo.  Piedrahita, periodista colaborador en el programa El Hormiguero, y graduado en 1998, definió la Universidad como un equipo inolvidable de amigos que se lleva para siempre en el corazón. “La Universidad va a ser siempre alguien a quien llamar”, concluyó.

Un regalo de parte del Museo

Durante el evento se proyectó el vídeo de una nueva versión, realizada especialmente para la ocasión, del Gaudeamus Igitur, a cargo del compositor ruso Kuzma Bodrov e interpretada por la Orquesta Sinfónica y el Coro Universidad de Navarra, dirigidos por Borja Quintas y Ekhi Ocaña. La iniciativa, surgida en el área Campus Creativo del Museo Universidad de Navarra, es un regalo de los miembros de las dos agrupaciones, alumnos del centro académico, para sus compañeros graduados este curso. Los jóvenes interpretaron la pieza desde sus hogares y suplieron los pocos recursos técnicos con creatividad, cariño y dedicación, unido al trabajo de los profesionales que realizaron las labores de coordinación, edición y mezclas.