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Juan Ramón Valentí Nin, , Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología, de la Clínica Universidad de Navarra

Prótesis articulares

lun, 23 sep 2013 08:42:00 +0000 Publicado en Heraldo de Aragón

Las prótesis articulares mejoran la capacidad funcional de pacientes con dolor articular. En España se implantan anualmente alrededor de 40.000 prótesis articulares, la mayoría de rodilla y cadera, y en todo el mundo superan el millón. Los nuevos implantes y el envejecimiento progresivo de la población han propiciado un incremento exponencial en el número de pacientes intervenidos.

La movilización del implante y la infección son sus principales complicaciones. Un número elevado de los pacientes infectados pierden su artroplastia y tienen que ser sometidos a múltiples intervenciones y a antibioticoterapia prolongada.

Las tasas de infección están alrededor del 1,5% en las prótesis de cadera y el 2,5% en las de rodilla mientras que en las artroplastias de revisión duplican estas cifras, alcanzando el 3,2% en las prótesis de cadera y el 5,6% en las de rodilla.

La infección comporta una gran morbilidad y también una mortalidad entre el 2 y el 7% en pacientes mayores de 80 años. El gasto adicional de una prótesis infectada se ha cuantificado en más de 60.000 euros, casi 10 veces el coste de una prótesis primaria.

Se ha asociado una mayor incidencia de infecciones con la artritis reumatoide, las úlceras cutáneas, las intervenciones quirúrgicas previas, las infecciones concomitantes de las vías urinarias, el uso de corticoesteroides, entre otras. La obesidad es otro factor importante. Los microorganismos causantes más frecuentes son el Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis y el estreptococo.

En la gran mayoría de infecciones protésicas se requiere un tratamiento combinado médico y quirúrgico con limpieza de tejidos y desbridamiento con retirada de prótesis y antibioticoterapia hasta conseguir erradicar cualquier signo de infección. También se precisan lavados intraoperatorios y eliminar los tejidos muertos.

Se distinguen infecciones postquirúrgica precoces cuando aparecen durante el primer mes tras la cirugía del implante con predominio de los signos inflamatorios locales, celulitis y secreción purulenta de la herida quirúrgica. Se manifiesta con dolor articular y fiebre no muy alta con escalofríos. Por su parte, la infección crónica tardía se presenta a partir del segundo mes tras la cirugía, con predominio de la clínica ortopédica sobre los síntomas de infección y, a menudo, con aflojamiento protésico. Pueden manifestarse meses o años después de la cirugía, a pesar de ser una consecuencia de la misma. Por eso su sintomatología es larvada y el diagnóstico diferencial con el aflojamiento aséptico es difícil de establecer, siendo el dolor su principal síntoma.

En las infecciones crónicas tras la retirada de la prótesis se plantea colocar una nueva prótesis, en uno o dos tiempos, según las escuelas aunque la cirugía en dos tiempos es la más utilizada. El recambio de la prótesis en dos tiempos incluye la retirada inicial de la prótesis, colocación de un espaciador de cemento impregnado con antibióticos, antibioticoterapia y posteriormente se retira el espaciador y se coloca una nueva prótesis. La curación es cercana al 90%.