El poder extractivo que mueve el mundo

El poder extractivo que mueve el mundo

RESEÑA

28 | 10 | 2024

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Minerales e hidrocarburos dan razón del desarrollo experimentado por la humanidad y del aún por venir

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Portada del libro de Adrián Godás ‘Bajo tierra. La increíble aventura de la búsqueda y extracción de minerales’ (Barcelona: Arpa, 2024) 301 págs.

Es posible que quizás por operar muchas veces bajo tierra y no verse su actividad en las grandes conurbaciones, y al mismo tiempo tratarse de una industria tosca por los productos que maneja, la labor extractiva tienda a considerarse como algo marginal y superable. Se reconoce la importancia que ha tenido el petróleo en el último siglo, pero suele obviarse lo igualmente nuclear que ha sido la minería en el impresionante desarrollo conocido por la humanidad en ese mismo periodo (y por supuesto antes). En cualquier caso, con frecuencia se desprecian esas actividades que hoy nos parecen tan opuestas al enaltecido medio natural, cuando se aspira a un mundo sin emisiones contaminantes y sostenible.

‘Bajo tierra’ viene a descubrir al gran público la importancia que para nuestras vidas tiene un sector económico del que tantas cosas de nuestra cotidianidad dependen. Sin ir más lejos, la propia transición verde no es posible sin la obtención de tantos elementos, como el litio o el coltán, al tiempo que en ocasiones nuevas soluciones que evitan el carbón resultan más contaminantes que procesos tradicionales que en realidad han ido depurándose y reduciendo progresivamente su huella de carbono.

Adrián Godás no es un defensor de la industria minera a cualquier precio, ni por supuesto un negacionista del cambio climático. Defiende, no obstante, una actividad tan lícita como muchas otras que además resulta vital para el progreso. Especializado en un sector que ciertamente mueve mucho dinero –de entrada, las prospecciones y explotaciones de grandes yacimientos requieren una inversión muy alta–, Godás muestra un gran conocimiento de este campo, con una experiencia directa que deja traslucir en muchos momentos del libro. Constituido en consultor, con una firma propia, este joven gallego nos mueve de un lado para otro del globo, relatando casos de éxito y fracaso, buenas y malas prácticas, y presentándonos héroes y villanos.

La mitad del libro evoca historias mineras del pasado –de la Atenas clásica a la Hispania romana, pasando por la plata de Potosí, el oro de California y los diamantes de sangre del Congo–; la otra mitad es una amena descripción de la industria minera del presente, con capítulos que ayudan a entender la influencia de los grandes ‘traders’, los movimientos geopolíticos (los imperativos de China en materia de seguridad energética, la posición de fuerza de Estados Unidos tras la invención del ‘fracking’,...) y los altibajos de los precios en el mercado.

Cuando muchas veces se aborda la industria minera con la brocha gorda, se agradece la precisión del experto. Importante es, por ejemplo, la distinción entre la minería artesanal y la minería ilegal (en muchas comunidades de pocos recursos se puede actuar al margen de la legislación, pero las prácticas extractivas pueden ser suficientemente respetuosas con el medio ambiente), o la consideración de que no todo lo ‘verde’ contamina menos (precisamente, el último capítulo se titula “Transición energética: entre necesidad e ingenuidad”).

Se trata de un relato equilibrado, fácil de leer a pesar de lo ‘plomizo’ que a priori alguien podría considerar el mundo de los minerales, sin concesiones a lo políticamente correcto en una era de consignas sobre el cambio climático y optimista sobre el futuro de un sector que seguirá siendo necesario, al tiempo que irá adaptándose a los reclamos de protección del entorno propio de la sensibilidad de las nuevas generaciones.