¿Cómo descubriste el rugby?
Vine al polideportivo con unas amigas el Día del Deporte. Ya nos estábamos yendo, pero al pasar al lado del campo el entrenador del equipo de chicos nos propuso jugar. Nos encantó, y nos dijeron que fuéramos la semana siguiente a entrenar con ellos. Al cabo de un par de días quedamos y ya montamos el equipo.
¿Qué te atrajo más de este deporte?
Que es un deporte en equipo. El objetivo está claro: hay que avanzar siempre. Sin embargo, esto es más sencillo cuando sabes que tienes un equipo detrás que te apoya. Además, es un deporte muy solidario: si tú te quitas, va a tener que ir la siguiente. Intentas hacer todo lo que puedes para que después el resto del equipo pueda avanzar.
¿Es realmente un deporte tan agresivo como parece?
La verdad es que yo siempre había tenido ese estereotipo en la cabeza. Pero cualquiera puede jugar, porque hay todo tipo de posiciones: algunas se dedican más a defender, pero otras a correr o a saltar.
¿Qué es lo que más te está gustando?
El ambiente que hay. Aunque te dé pereza ir a entrenar, te apetece para estar con la gente. Tanto con mis compañeras como con los entrenadores. Creas unos lazos muy estrechos, tanto dentro como fuera del campo.