Resumen:
Resumen La enseñanza por competencias se ha impuesto como ilosofía hegemónica y como
principio organizador en la educación médica. Los estudiantes de medicina, los médicos en
formación y los profesionales se enfrentan a una amplia variedad de competencias que han de
adquirir y que se han diseñado, sobre todo, por asociaciones educativas o profesionales.
El artículo insiste en 3 aspectos de carácter transversal, elegidos por la inalidad a la que están
dirigidas las competencias del profesor clínico. El primero es la necesidad de una competencia
clínica y cientíica basada en el estudio. El segundo es la importancia de la ética médica en la
formación del profesor y en la del estudiante, para la atención de las cuestiones eticomédicas
de la práctica clínica cotidiana. El profesor clínico, a través del ejercicio profesional y humano,
ayuda a modelar sus pautas de actuación. Puede ser ejemplo de vida profesional y de categoría
humana, en un momento en que la conducta no ética puede ser especialmente nociva. En tercer
lugar, parece necesario el conocimiento de la evolución temporal de la medicina, la enfermedad
y las prácticas médicas. Es un programa que pretende formar a los futuros médicos en
hospitales que sean verdaderos lugares de humanización de la medicina.