Resumen:
Los avances de las últimas dos décadas en el estudio del sistema
nervioso y en el desarrollo de neuro-tecnología parecen justificar las elevadas
expectativas en lo que a este campo concierne. No obstante, cada vez son más
los autores que advierten, desde dentro y fuera de la neurociencia, que es
excesivo tal grado de optimismo así como perjudicial el neuro-esencialismo que
genera. En el presente artículo analizamos el origen y el papel de las expectativas
neurocientíficas. En las conclusiones defendemos, primero, que las principales
causas no son las evidencias y las teorías científicas, como suele pensarse y,
segundo, que precisamente esta generalizada falsa creencia perjudica seriamente
el avance científico y el progreso social.