Desde Jordania hasta Venezuela, México, Vietnam, Nigeria, India o Rumanía. La Universidad de Navarra ha celebrado el acto de investidura de 173 nuevos doctores procedentes de 34 países. Doctores que han desarrollado su investigación en ámbitos tan diversos como el biosanitario, humanístico, de las ciencias sociales, la ingeniería, la economía, el derecho, la educación o las ciencias eclesiásticas. Una investigación multidisciplinar e internacional que vistió con birretes de colores el aula Magna.
"Sois 'exploradores de la verdad'", afirmó la rectora, María Iraburu. "La palabra 'explorador' remite a esos personajes -Shackleton, Hillary, Livingstone y Stanley y tantos otros- que seguramente nos han fascinado en nuestra infancia. Personas que se proponían ascender una cima o cartografiar un desierto o encontrar el nacimiento de un río o comprobar una teoría, siempre impulsados por el deseo de llegar ahí donde nadie había llegado antes", explicó. Respecto al término verdad, es el objeto de esa búsqueda infatigable: "La investigación es necesariamente especializada y eso puede haceros perder de vista que toda verdad, por elemental y limitada que sea, forma parte de la verdad en singular".
Según la profesora Iraburu, "vivimos en un tiempo marcado por la duda y el escepticismo, de falsedades que se consideran con interés y se propagan porque impactan o emocionan". La verdad, continuó, es más difícil de alcanzar y por eso los exploradores de la verdad, "sois más necesarios que nunca". "Os necesita la sociedad para poder profundizar sin sesgos en los problemas y encontrar soluciones justas, para crear una gran red de confianza que sostenga a las personas y a las instituciones y las inmunice contra los riesgos del engaño y la superficialidad", aseveró.
Javier Santos García, catedrático de Tecnun-Escuela de Ingeniería y padrino de la promoción, se refirió a la nueva promoción de doctores como la "más importante en la historia de la Universidad de Navarra", ya que sus tesis se enmarcan en un cambio de era: "La era de la inteligencia artificial en sus múltiples versiones (texto, imágenes, vídeo), donde el chatGPT ha sido su punta de lanza", destacó.
"No sois la única promoción que encaja en este período de transición entre eras, pero sí la mejor posicionada. Un año después, habríais caído en la tentación de abusar de su uso, perdiendo así la oportunidad de conseguir el superpoder que os ofrece el doctorado: 'INVESTIGAR con letras mayúsculas'", declaró. Un superpoder que "os aportará mucho valor allí donde estéis, ya sea un centro de investigación, una empresa o la propia universidad" y que en este caso, tiene un matiz al haberlo conseguido en una universidad cristiana, lo que implica "que las preguntas correctas las habéis aprendido a hacer orientadas a la búsqueda de la verdad".
María Lavilla Gracia, doctora en Enfermería, leyó el discurso de agradecimiento en nombre de todos los investigadores y reflexionó sobre "el viaje" realizado durante estos años: "Hemos superado grandes desafíos para alcanzar nuestros objetivos. Pero, al llegar a la meta, tenemos una deuda con la sociedad que nos ha apoyado y nos ha permitido alcanzar este logro". En este sentido, agradeció a las familias, directores de tesis y profesores, a la Universidad, a la Asociación de Amigos y a los diferentes organismos públicos o privados su ayuda durante este camino.
También incidió en la responsabilidad de devolver a la sociedad lo recibido y hacer que cada una de sus investigaciones contribuya al progreso y a mejorar la vida de las personas. "Consideremos cómo nuestras tesis pueden contribuir a un futuro más brillante y prometedor para las generaciones venideras. Cada pregunta que investigamos, cada hipótesis que exploramos y cada descubrimiento que hacemos tiene el potencial de abrir nuevas puertas y allanar el camino hacia un mundo más justo, amable, honrado, equitativo y sostenible".
En el aula Magna se podían encontrar “exploradores” como Fátima, Nabil, Olivia y Ruba, que han diseñado etiquetas inteligentes para aplicar en el ámbito de la medicina o la alimentación; que están empeñados en dejar constancia de los factores que inciden en la recaída de las pacientes con cáncer de cérvix; que centran su investigación en comprobar que se garantiza el derecho a la salud de todas las personas o que han dedicado meses de su investigación a analizar cómo perciben los jordanos las noticias.
"Quería llevar mi investigación más allá de la Universidad, que no se quedará en un artículo o el desarrollo de un producto para una empresa. La investigación te aporta libertad para pensar en tu proyecto, ver en qué puede funcionar y la mejor manera de aportar a la sociedad", asegura Fátima Villa, doctora por Tecnun-Escuela de Ingeniería, natural de Bilbao. Fátima es graduada en Ingeniería de Sistemas de Telecomunicación y máster en Ingeniería de Telecomunicación, ha desarrollado su investigación "a caballo" entre el campus de San Sebastián y estancias en el MIT de Boston, en Estados Unidos.
Con su investigación, ha conseguido diseñar unas etiquetas "simples pero inteligentes", describe. Unas etiquetas que, sin necesidad de llevar un chip electrónico incorporado, son capaces de identificar objetos pero también de ofrecer información de otros parámetros como humedad, temperatura, ph,... De esta manera se multiplican sus posibilidades de aplicación, y con un código de barras no solo se pueden emplear para identificar prendas de ropa, por ejemplo, sino que se pueden aplicar a otros campos como la alimentación o la biomedicina. Fátima también aplicó sus etiquetas para comprobar si alimentos envasados habían conservado la temperatura adecuada para su conservación (cadena de frío) durante la distribución hasta los supermercado o para detectar casos de diabetes, midiendo con las etiquetas los niveles de glucosa en sangre.
Después de años dedicados a la investigación al derecho a la Salud por parte de los comités de las Naciones Unidas, en el ámbito de los Derechos Humanos, el principal objetivo a corto plazo de Olivia Serrano, doctora por la Facultad de Derecho, será ocuparse de su bebé que nacerá en apenas un mes. "Después, espero con mucha ilusión volver a las aulas como docente e investigadora en el área de las Relaciones Internacionales de la Universidad", dice.
Procedente de México, Olivia Serrano es licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Anáhuac (México Norte). Después de trabajar 5 años en una ONG, vino a la Universidad para realizar el Máster en Derechos Humanos y decidió continuar aquí su carrera investigadora. "En mi tesis busco responder si en su labor, los comités de expertos de la ONU son fieles a los principios de universalidad y diálogo intercultural, que implican que los derechos humanos sean compatibles y aplicables a todas las culturas que forman parte de la Comunidad Internacional", explica. "Han sido años muy ricos en formación y aprendizaje", asegura. Y aconseja a otros investigadores: "El camino no siempre es fácil, pero si sabes que puedes generar un impacto importante, esto te aporta la motivación necesaria, aún en los momentos difíciles. Es importante también tener colegas con quien hablar pues la investigación no se hace sola, sino en diálogo con otras mentes, otras ideas".
Dice Nabil Manzour Sifontes, doctor de la Facultad de Medicina, que la vida le llevó a conocer la Clínica Universidad de Navarra. "Por el prestigio de la Universidad y de la Clínica decidí realizar aquí mi tesis", asegura Manzour, licenciado por la Universidad de los Andes.
Procedente de Venezuela, Manzour ha investigado aquellos factores que determinan la recaída en el tratamiento del cáncer de cérvix, para averiguar si la vía de abordaje abierto o con cirugía mínimamente invasiva, determinaba el patrón sobre el que las pacientes recaen, es decir, si recaen donde estaba el tumor (en la pelvis) o en algún otro lugar del cuerpo.
Dirigido por el doctor de la Clínica, Luis Chiva, Manzour realizó un estudio en colaboración con 126 centros de todo Europa y cotejando los datos de 1.156 pacientes. "Mis directores de tesis han engendrado conmigo este proyecto y hemos peleado la publicación de cada artículo. Para mí, la defensa final de la tesis fue un gran momento, emocionante, aunque siempre hay nervios y da un poco de miedo porque no sabes qué te va a decir un gran experto".
Ruba Mohd llegó a Pamplona acompañada de su marido y sus hijos, Mustafa y Cady. Sin su colaboración y apoyo no hubiera podido terminar su investigación, iniciada en 2018 y que se ha desarrollado entre Navarra y Jordania. El evento en el Aula Magna suponía el punto y final de la etapa de Ruba en la Universidad tras años de estudio.
A Ruba Mohd le gusta escribir sobre personas y lugares. Antes de comenzar su investigación, ejercía como periodista freelance. Su trabajo le llevó a publicar distintos artículos en medios y páginas web de Jordania, Arabia Saudí y Europa. Después de esa etapa decidió hacer un doctorado. Eligió la Universidad por su buen posicionamiento en los rankings y según dice, nada más llegar, "se enamoró del campus verde de Pamplona". "El profesor Javier Serrano me apoyó en todo momento, me sugirió que estudiara los patrones de participación en las noticias y decidí hacer un estudio comparativo entre Jordania y Arabia Saudí", añade.
Hoy, Ruba Mohd da clases en la Middle East University en Jordania. "Pensaba que no estaba hecha para la docencia pero ahora disfruto muchísimo el contacto con los alumnos", asegura. "La investigación no ha sido un viaje fácil, pero sí apasionante. He conocido a mucha gente y me he sentido muy bien acogida. De hecho, puedo decir que mi parte favorita de la investigación han sido los ratos que he vivido en el campus y la experiencia universitaria".