Experto en IA destaca la formación como base para el buen uso de la tecnología

“Es una realidad que los puestos automatizables están desapareciendo y se necesita gente con formación. Cuando uno sabe, es menos manipulable, también por la Inteligencia Artificial”, señaló Jesús López-Fidalgo, director del Instituto de Ciencia de los Datos e Inteligencia Artificial de la Universidad de Navarra en la Jornada ‘Ciencia, fe y desafíos de la IA’.

En el encuentro, organizado el pasado 28 de febrero por el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad en Madrid, el catedrático Jesús López Fidalgo ha expuesto el presente de la revolución tecnológica que supone la IA y ha apuntado algunos de sus retos.

El nuevo paradigma laboral, la regulación, la manipulación con información falsa, la búsqueda de rentabilidad de nuestros datos y la necesidad de la intervención humana en la toma de decisiones son algunos de los riesgos reales que presenta la IA.

Si bien, aclaró el catedrático de Estadística, es preciso evitar la divagación: “Desde los años 40 hasta ahora, las redes neuronales artificiales no tenían datos para funcionar bien. La IA ha despuntado porque tenemos muchos datos y más capacidad computacional. Para que la IA tenga sentido común necesita un cuerpo para interactuar con el medio, como lo hacemos nosotros”.

“Hay que educar y formarnos para que seamos nosotros quienes dominemos la tecnología”, subrayó el investigador, quien recordó que el móvil, que es “nuestro mejor identificador”, “es una ventana abierta a nuestra intimidad”.

Centrada en ‘Ciencia, fe y desafíos de la Inteligencia Artificial’, contó también con la participación de los profesores Santiago Collado, decano de la Facultad Eclesiástica de Filosofía y director del Grupo ‘Ciencia, Razón y Fe’, así como con el neurocientífico Javier Bernácer, investigador del Instituto Cultura y Sociedad del centro académico.

El profesor Collado, con una ponencia titulada ‘Epistemología de las relaciones ciencia-fe’, abordó la contribución de Ratzinger al debate sobre la relación entre ciencia y fe. Recordó que Ratzinger reconoce un conflicto real entre ciencia y fe, pero lo entiende como una tensión insuperable que exige armonización desde la fe. Y explicó que su enfoque no se basa en los modelos tradicionales, sino en la purificación continua de las imágenes y cosmovisiones que han expresado la fe a lo largo de la historia.

Por su parte, el profesor Javier Bernácer habló en su exposición de ‘ciencia y fe en la historia evolutiva del ser humano’. Recordó que, a pesar de los esfuerzos de la Iglesia, algunos siguen viendo la evolución como incompatible con la doctrina católica. En su ponencia analizó la teoría de la selección natural y su relación con la visión bíblica de la creación, abordando sus principales puntos de fricción. Asimismo, argumentó que la conciliación es posible al entender la Biblia no como un libro científico y a la ciencia no como un dogma incuestionable.