“Tened la mirada en los santos, que supieron unir sus enseñanzas a su forma de vivir”
El profesor Juan José Silvestre ha sido el padrino de los 74 estudiantes de Bachiller y Licenciatura que se han graduado en la Facultad de Teología
La Facultad de Teología de la Universidad de Navarra celebró el sábado 27 de mayo el acto de fin de carrera de 74 de sus estudiantes: 44 forman parte de la LV promoción de Licenciatura en Teología y 30 de la LVII promoción del Bachiller en Teología.
El profesor Juan José Silvestre fue el padrino elegido por los estudiantes de ambas promociones. En su discurso agradeció este gesto, tan sólo un año después de haber llegado de Roma, y les animó a tener la mirada puesta en los santos, que supieron unir sus enseñanzas a su forma de vivir: “Son verdaderos sabios que se abrieron con novedad a la grandeza de Dios”. Asimismo, les recordó la importancia de hacer oración y de vivir con humildad y con alegría las limitaciones de cada uno. Para ello les puso de ejemplo unas palabras que San Josemaría, fundador de la Universidad, les decía a los alumnos que concluían sus estudios: “No seáis super hombres, sino super humildes”.
En representación de los estudiantes intervinieron los delegados Alberto Sánchez Feria y José Antonio Echevarría, quienes con sendos discursos agradecieron a los profesores, a la Universidad, a sus familiares y a sus compañeros, todo lo vivido durante sus años de formación en Pamplona.
El profesor Gregorio Guitián, decano de la Facultad, clausuró el acto de fin de carrera. En sus palabras explicó a los estudiantes por qué la Iglesia dedica tanto esfuerzo al estudio de la Teología y les dijo que invertir tiempo en conocer y transmitir la verdad y el amor de Dios es un don que el Señor les da. Asimismo, hizo hincapié en que “la ignorancia de la verdad y del amor de Dios da lugar al oscurecimiento” y les animó a mantener el propósito de continuar formándose en Teología siempre. Para ello les puso de ejemplo al profesor José Morales, fallecido este curso, quien de sí mismo decía que no era un teólogo, sino que estudiaba Teología.
Para concluir les recordó su nueva condición de alumni de la Facultad y les invitó a llevar la Universidad en su corazón cuando vuelvan a sus países de origen: “Ahora son nuestros mejores embajadores en el mundo”.