"Pamplona es una ciudad que está cargada de arquitectura anónima, una arquitectura que no es hiriente; esto es una gran ventaja porque estamos rodeados de ciudades que tienen zonas de gran belleza arquitectónica y al mismo tiempo poseen partes muy feas, pero en Pamplona no es así". En estos términos se expresó en la Universidad de Navarra el arquitecto Federico Correa, quien impartió un ciclo de conferencias en la Escuela Superior de Arquitectura de Pamplona.

El catedrático de la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, que formó parte del equipo que diseñó el complejo olímpico de la ciudad condal, destacó que "Pamplona tiene además una delimitación urbana bastante aceptable".

Según Correa, "el problema de la expansión de las ciudades no es nuevo: las ciudades se han expandido por la periferia porque no había otro remedio. Lo que ocurre es que han pasado una serie de años en los que estas cosas no se han proyectado y tenemos periferias muy desastrosas".

"En cualquier caso -añadió-, las periferias bien proyectadas no deben causar ningún problema. Los ensanches, como el de Pamplona, supusieron en su día una expansión de la ciudad habitados por una burguesía que, por su poder económico, se encargaba de que estuviera todo bien controlado. Luego ha venido otro estilo de ensanche con otro tipo de ciudadanos, que en cambio no tenían la palabra ni el poder económico, y estas zonas se han dejado en manos de la especulación".

Los intereses del mercado inmobiliario y del mundo mediático

Correa reconoció que la arquitectura es una profesión acosada por los intereses del mercado inmobiliario. "Desgraciadamente es así; desde mediados de los noventa, en Barcelona estamos llegando a extremos bastante graves si no se toman medidas. Hoy día las empresas de promoción están dominando el mercado totalmente y están escogiendo arquitectos por razones exclusivamente económicas. La autoridad está dejándose arrastrar por esto".

"Me preocupa mucho que la cultura arquitectónica esté bastante abandonada, porque está en manos mediáticas: lo que se promueve es solamente lo que interesa a las revistas de arquitectura, que son muy parciales sobre puntos que tienen, a mi juicio, una relevancia negativa", señaló. "En cambio, la verdadera importancia de la arquitectura, que está en la vivienda, se ha desarrollado muy poco porque son muy difíciles de lograr resultados espectaculares en viviendas, lo que hace que no interese al mundo mediático".

El catedrático comentó que "la arquitectura se va homogeneizando cada vez más en el mundo y será difícil distinguir arquitecturas de un país y de otro. Si la arquitectura mantiene unos grados de racionalidad , será ésta la que diferencia unas de otras, porque la racionalidad hará corresponder soluciones distintas para ambientes distintos".