SÍ.DA pasos adelante en la lucha contra el SIDA
La Dra. Silvia Carlos Chillerón analiza la actual situación de la enfermedad
FOTO: Manuel Castells
La Dra. Silvia Carlos Chillerón, profesora e investigadora del Instituto de Salud Tropical (ISTUN) de la Universidad de Navarra analiza la actual situación de la enfermedad con motivo del Día Mundial contra el Sida.
¿Me lo dicen a mí?, ¿puedo hacer yo algo para avanzar en la lucha contra el SIDA? SÍ. Cada uno de nosotros podemos actuar. Pero para avanzar en algo primero hay que conocerlo. Conocer que actualmente se estima que viven alrededor de 37 millones de personas infectadas por VIH en el mundo y que hay en torno a 2 millones de nuevos diagnósticos cada año (más de 3.000 en nuestro país). Y muchas más personas sufren las consecuencias físicas, psicológicas, familiares y sociales de esta infección.
No obstante, también es necesario saber que poco a poco se va avanzando y este panorama va cogiendo algo de color: en algunos lugares hoy la población se va concienciando sobre el VIH, su transmisión y prevención. Por tanto, poco a poco, paso a paso, las cifras pueden ir disminuyendo. Demos pasos.
Primer paso. Evitemos que haya nuevas infecciones. El VIH es un virus que actualmente se transmite fundamentalmente por vía sexual, bien en parejas heterosexuales o, como sucede fundamentalmente en nuestro país o en otros países económicamente desarrollados, en varones homosexuales. Y los nuevos casos, al igual que sucede para otras infecciones de transmisión sexual (herpes genital, sífilis, gonorrea o Chlamydia, entre otras), se dan sobre todo en la población joven. En nuestro país, cerca de un tercio de los nuevos diagnósticos de VIH se realizan en población de 20 a 29 años. Tenemos que ayudar especialmente a los jóvenes a no sumarse a estas cifras y para ello hay que hacerles conscientes de esta realidad. Lo que hoy puede parecerles “sexo seguro” puede convertirse mañana en todo lo contrario; lo que un día es un contacto ocasional puede transformarse en el futuro en un efecto perpetuo. Hoy sabemos que pulsamos una sola tecla y lanzamos un whatsapp a múltiples contactos, todo el mundo está comunicado con todo el mundo. Pero no nos paramos a pensar que con la misma facilidad se pueden transmitir las bacterias, los virus, los parásitos y hongos en un contexto de múltiples contactos sexuales. Hagamos llegar el mensaje real.
Segundo paso. Diagnostiquemos lo antes posible a las personas infectadas. En España el 46% global de los nuevos diagnósticos de VIH presentan un diagnóstico tardío. Es decir, pueden pasar años hasta que prácticamente la mitad de las personas infectadas descubren que lo están. En nuestro medio esto implica por un lado, que alguien VIH positivo está perdiendo la oportunidad de poder recibir el tratamiento antirretroviral oportuno y, por tanto, las consecuencias de la infección. Pero además, una persona infectada, al igual que sucede para el resto de infecciones de transmisión sexual, puede estar asintomática e incluso con aspecto sano y, sin embargo, ser una posible fuente de nuevos contagios. Es elevado el porcentaje de la población que no percibe este riesgo, y generar conciencia sobre ello no significa asustar, significa dar a conocer. Cada día los distintos profesionales sanitarios dan a conocer múltiples y variados diagnósticos, tras una revisión oftalmológica, una medición de la tensión arterial, un test de diabetes o un cribado de cáncer. El problema es que hasta ahora el diagnóstico de VIH ha llevado una etiqueta distinta. Probablemente lo que le ha hecho distinto ha sido, por un lado, su vía de transmisión sexual, aspecto aún tabú en nuestra sociedad y, sobre todo, la mayor incidencia de infección en grupos de la población a menudo excluidos. Pero, como otros, es un virus, una microscópica partícula esférica de unos 100 nanómetros, que al igual que otros agentes, ataca a nuestras defensas. En este caso, sin embargo, ataca también a otras defensas que impiden afrontar a las personas seropositivas las presiones sociales que pueden sufrir. Quitemos la etiqueta al VIH y animemos a un diagnóstico precoz.
Tercer paso. Trabajemos por conseguir tratamientos para todas las personas infectadas. Hay fármacos, cada vez mejores, cada vez más fáciles de tomar. Entre 2010 y 2015 se ha conseguido pasar de 7,5 a 17 millones de personas con acceso a antirretrovirales. No obstante, aún quedan muchas personas sin acceso y muchas que ni siquiera saben a lo que podrían acceder. Actualmente, el 70% de las infecciones por VIH tienen lugar en África Subsahariana, donde en algunos países, una de cada cinco personas está infectada. Lamentablemente, en esta región, menos de la tercera parte de la población infectada tiene acceso al tratamiento, frente al 60% en Europa o Estados Unidos. Se está trabajando enormemente en este objetivo, pero aún estamos lejos.
No dejemos pasar el tiempo, hay niños y adultos esperando, hay familias y comunidades que pueden avanzar. Demos pasos.