La Universidad de Navarra acoge los días 2 y 3 de noviembre el XIII Certamen Nacional de Tunas de Medicina. En este evento, que se celebra anualmente, participarán unos doscientos tunos de once universidades españolas. "Tenemos el honor y al mismo tiempo la laboriosa encomienda de organizar este año el certamen", afirmó Íñigo Orradre, componente de la Tuna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra.

"Este encuentro sirve para fortalecer las relaciones entre los tunos de las diferentes universidades españolas y para lograr que el arte del tunar y todo lo que conlleva sea conocido de una manera más profunda por la gente de la ciudad donde se celebra el certamen", explicó.

En el programa del encuentro se incluye, entre otros muchos actos, un pasacalles de cada tuna por las calles del casco antiguo de Pamplona (paseo de Sarasate, Plaza Consistorial y calle Estafeta). El sábado, los tunos participan en una comida oficial con personalidades políticas y universitarias, como el presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz; el rector de la Universidad de Navarra, José Mª Bastero; y la decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, Mª Pilar Civeira. Tras la comida, se celebra en el Teatro Gayarre un concurso en el que participarán todas las agrupaciones.

Las tunas de medicina que intervendrán en el certamen pertenecen a los siguientes centros: Universidad Miguel Hernández de Alicante, Universidad Autónoma de Madrid, Universidad de Extremadura, Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Córdoba, Universidad de Granada, Universidad de Salamanca, Universidad de Sevilla, Universidad de Valencia, Universidad de Zaragoza y Universidad de Navarra.

Valores de nobleza y responsabilidad

Desde 1971, año en que nació la Tuna de Medicina de la Universidad de Navarra, han formado parte de ella centenares de alumnos. Según Íñigo Orradre, "este colectivo ofrece la posibilidad de vivir los años universitarios con especial intensidad". "La Tuna de Medicina -agregó-, por los estatutos que la rigen, no sólo dota a sus integrantes de unos conocimientos musicales sino que, principalmente, los ayuda a formarse como personas en unos valores de nobleza y responsabilidad".

Su primera actuación tuvo lugar un 18 de julio de 1971, día de san Lucas, patrón de los médicos. "Desde entonces, el espíritu de la tuna se ha mantenido íntegro gracias a todos los estudiantes que han formado parte de ella portando su beca con honor y nobleza", apuntó Orradre.