La Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra ha concedido a Juan Diego Sánchez Vega el Premio Extraordinario Fin de Carrera al concluir sus estudios con una puntuación de 9,41 sobre 10.

Se trata de un premio al que se presentan los cinco mejores expedientes del grado, con la condición de que tengan una nota superior a 9. Una vez presentadas las candidaturas, un tribunal delibera, selecciona y anuncia el ganador en el mes de octubre teniendo en cuenta no sólo el expediente académico, sino también las actividades extracurriculares que pueda aportar el alumno. El premio implica una devolución de las tasas, así como la constatación del reconocimiento en el expediente académico, y la posibilidad de concurrir a los premios nacionales. 

“La sensación es de absoluta felicidad y de agradecimiento. Felicidad por el reconocimiento al gran esfuerzo realizado estos años, y agradecimiento a todas aquellas personas que lo han hecho más fácil”, explica Sánchez.

Juan Diego Sánchez asegura que no se esperaba un premio semejante, “y menos habiendo estado rodeado por una promoción a la cual siempre he considerado altamente exigente y de gran nivel académico. Eso le da un valor especial añadido”.  

Según comenta al recibir el premio, la Universidad de Navarra le ha dado la oportunidad de tener una educación multidisciplinar. Además de participar en actividades exclusivamente médicas, Juan Diego ha podido desarrollar una vida universitaria plena, participando en actividades culturales, deportivas y humanitarias, “que me han ayudado a crecer como persona”. 

En esta línea y, haciendo balance de los años que ha pasado estudiando, Sánchez explica que la Universidad de Navarra facilita el tener una experiencia completa desarrollando múltiples actividades aparte de las clases, “es una de las señas de identidad de esta institución, que la diferencia y potencia frente a  otras”.  

Un esfuerzo con recompensa

Durante la carrera, según comenta Juan Diego, el objetivo del estudio se enmascara con los exámenes y las calificaciones, “pero hay algo que no debemos olvidar, y que yo he recordado en cada momento de angustia o hastío: la medicina sirve para ayudar a la gente. Y eso empieza ahora, al acabar la carrera, y justifica todo el esfuerzo realizado”. 

A partir de este momento, Sánchez dice que ahora tiene el mismo objetivo que el resto de sus compañeros, sacar una buena calificación en el examen MIR para poder elegir una especialidad. “Posteriormente, intentaré seguir creciendo profesionalmente en la línea que he comenzado durante la facultad, con mucho trabajo, esfuerzo y humildad”, concluye.