Los coros, “escuelas” de virtudes para los niños de la calle
Abigail de León, investigadora visitante del Instituto Cultura y Sociedad, expuso su trabajo sobre la actividad de cuatro coros en Manila, Filipinas
“¿Por qué no alejar a los niños de la calle involucrándoles en coros?”. Este fue el punto de partida de un trabajo de Abigail de León, investigadora visitante del Navarra Center for International Development (NCID) del Instituto Cultura y Sociedad. En él analizó cómo cuatro coros de Manila (Filipinas) favorecían la adquisición de valores y virtudes necesarios para el desarrollo del capital humano y social.
Abigail de León expuso las conclusiones de su investigación durante un seminario organizado por el proyecto ‘Investigar y promover la educación del carácter en escuelas de secundaria de Latinoamérica’, de la Facultad de Educación y Psicología y el Instituto Cultura y Sociedad. El proyecto está financiado por Templeton World Charity Foundation.
De acuerdo con la investigadora, la experiencia ayuda a adquirir valores individuales y colectivos. De los primeros, destaca la responsabilidad, aprender nuevos idiomas (al cantar en inglés, francés o alemán), educación musical y confianza en uno mismo. Sobre los valores colectivos ha resaltado el hacer nuevas amistades, aprender a cooperar, conocer otras culturas (se realizan viajes para dar conciertos) o realizar aportaciones a la familia.
"Los espacios creativos, en este caso, los coros, son lugares potenciales de desarrollo del capital humano y social, que refuerzan al agente humano que trabaja en espacios productivos económicos la otra parte del tiempo. En ese sentido, el agente humano que adquiere o refuerza valores individuales y colectivos en el proceso de participación en esos espacios creativos se convierte en mejor persona en sí misma y, en consecuencia, para la comunidad a la que pertenece", concluyó.
Involucrar a los padresSegún expone De León, el primer objetivo es mostrar los beneficios de los coros a los padres, para que les animen a acudir. “Muchos pueden pensar que, con tanta gente en el coro, no se notará una ausencia, pero la verdad es que cada contribución es irremplazable”, afirma.
La investigadora, que realizó este estudio en la Universidad de Filipinas, concluyó que es vital invertir en las dimensiones intangibles del desarrollo. Por ello, tras un año como investigadora del NCID, en febrero de 2017 volverá a su país natal, Filipinas, para impulsar este proyecto con el coro de la Universidad de Asia y el Pacífico.
Según afirma De León, gracias a su experiencia en el ICS ha conseguido las herramientas necesarias para llevar a la práctica su propuesta: “Primero, estudié los coros existentes; ahora estoy preparada para desarrollar un coro dirigido a los niños de los suburbios”.