“Estudiar las tradiciones orales puede ayudarnos a comprender la cognición, la memoria y la creatividad en el ser humano”
Sarali Gintsburg, investigadora Marie Curie de la Universidad de Navarra, ve en la comunidad científica una aliada para evitar la desaparición de lenguas en el mundo
FOTO: Manuel Castells
“Estudiar las tradiciones orales puede ayudarnos a comprender aspectos del ser humano como la cognición, la memoria y la creatividad”. Así lo ha asegurado Sarali Gintsburg, investigadora Marie Curie del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, en el marco de un congreso internacional.
Según ha indicado la experta citando datos de Ethnologue, se calcula que en el mundo se hablan unas 7.000 lenguas, de las que aproximadamente 3.000 disponen de sistema escrito. “Los grandes epicentros del mundo oral se encuentran en la zona occidental de África, el subcontinente de India y, aunque parezca extraño, EE. UU. y Canadá”, ha indicado.
Gintsburg alerta de que el futuro de las lenguas minoritarias, especialmente de aquellas que no tienen sistema escrito, “no es prometedor”, y lamenta que “están llamadas a desaparecer pronto”. Con cada una que muere, ha dicho, “se pierde un sistema de comunicación singular, una lógica única. Esto supone un menoscabo para la diversidad, que es una habilidad de pensar de forma diferente. Y este constituye uno de los recursos más importantes del ser humano”.
En esa línea, ha apelado a la implicación de la comunidad investigadora para que “continúe documentándolas en cualquiera de las formas posibles: grabarlas en audio o vídeo, compilar diccionarios y gramáticas, desarrollar más investigación sobre las tradiciones orales...”.
Ponentes de siete paísesSarali Gintsburg también ha querido recordar la importancia de la aparición de la lengua escrita para la humanidad. “Con ella, la habilidad humana de pensar cambia radicalmente porque crear un sistema de escritura significa que somos capaces de alcanzar el máximo nivel de abstracción. Asimismo, cuando empezamos a utilizar de forma regular un medio de preservar la información, se produce un impacto en nuestra memoria”.
La investigadora del ICS ha reflexionado sobre estas cuestiones en el marco de un congreso internacional sobre textos transicionales, el paso entre la oralidad y la escritura. En la actividad han participado especialistas de centros académicos de Alemania, Países Bajos, Rusia, EE. UU., Reino Unido, España y Sudáfrica.
La actividad forma parte de su proyecto ORFORCREA ‘Entre fórmulas: creatividad en los textos poéticos orales y transicionales’, que cuenta con financiación del Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, con una Beca Marie Sklodowska-Curie.