El pasado mes de septiembre el CIMA de la Universidad de Navarra celebró su primer lustro. Durante este tiempo, se han desarrollado más de 40 patentes en distintas fases de desarrollo, como el péptido 144, que encabeza el pipeline. "Hace 5 años era un sueño desarrollar un medicamento con aplicabilidad clínica. Sin embargo, ya hemos alcanzado la fase II de un ensayo multicéntrico europeo con pacientes afectados de esclerodermia y a finales de este año obtendremos los resultados definitivos", explica Francisco Errasti, director general del CIMA

Recientemente el estudio del péptido 144 ha sido aceptado para investigación clínica por la Food and Drug Administration de Estados Unidos como un IND, (investigational new drug). "Si a finales de año los resultados obtenidos en Europa fueran positivos, en EEUU comenzaría un proceso de registro acelerado (fast drug) de este medicamento. Es decir, se iniciarían lo ensayos clínicos en EEUU", informa Pablo Ortiz, director general de Digna Biotech. Esta empresa biotecnológica detecta los resultados de investigación del CIMA en una fase temprana y protege su propiedad intelectual. Después se encarga de los estudios preclínicos, los ensayos clínicos y el proceso de documentación.

Financiación privada

La Fundación para la Investigación Médica Aplicada es la entidad titular del CIMA. "Las instituciones y personas que participan en la financiación del CIMA son conscientes de la importancia de la investigación biomédica, pero sienten la responsabilidad de colaborar en algo que es tan importante y que proporciona tantos beneficios para la sociedad. Estoy convencido de que el talento resolverá la crisis: crear nuevas formas de riqueza para la sociedad a base de conocimiento fomentará un interés creciente por invertir en investigación", afirma Francisco Errasti.

Impulso multidisciplinar

Desde su inauguración, el CIMA ha duplicado el número de profesionales, que actualmente superan las 400 personas procedentes de una veintena de países. Los investigadores coinciden en resaltar que una de las ventajas de crear este edificio ha sido el impulso del trabajo multidisciplinar. "Estamos todos juntos, lo que facilita el trabajo cooperativo para establecer sinergias. Por ejemplo, hemos expandido nuestra visión investigadora, desde que interactuamos con Oncología, Hepatología y Neurociencias", explica el Dr. Javier Díez, director del área de Ciencias Cardiovasculares. En opinión del Dr. Luis Montuenga, director del área de Oncología, "de hacer una investigación buena hemos pasado a una investigación puntera, que compite con otros centros de prestigio". "Todo ello con un único enfoque: mejorar la vida de los pacientes", apunta el Dr. Julio Artieda, director del área de Neurociencias.

Además de las áreas de investigación, el CIMA completa su infraestructura con las unidades de apoyo. Para el Dr. Jesús Prieto, director del área de Terapia Génica y Hepatología, "los core facilities son esenciales en la actividad biomédica. El éxito de los grandes centros de investigación viene dictado por la calidad y el grado de actualización de estos servicios centrales".