Alumnos del grupo Ginkgo Biloba. FOTO: Chus Cantalapiedra

¿Qué es Ginkgo Biloba? Un proyecto que surge de la iniciativa de ocho alumnos de la Universidad de Navarra, de diferentes carreras, para ofrecer formación multidisciplinar e integral.

¿A quién va dirigido? A los alumnos de la Universidad de Navarra.

¿Cuándo surge? Hace dos años.

¿Quiénes lo han puesto en marcha? Los alumnos Guillermo Celaya [Der + Fia] , Antonio Rivero [Com + Fia], Pablo Úrbez [Com + His], Carlos Veci [Com + His], Carla García [Der +Eco], Álvaro Martínez [Fia], José Fanjul [Der] y Santiago de Navascués [His].

¿Por qué sacar adelante un proyecto así? Para ofrecer formación complementaria a la que se ofrece en la Universidad, que sirva a los profesionales del futuro para mejorar la sociedad.

Esta podría ser la ficha que describe el proyecto Ginkgo Biloba, que actualmente forma parte del programa Think Big, de la Fundación Telefónica, dirigido a estudiantes de entre 15 y 20 años y con el que se pretende fomentar la innovación y el emprendimiento en España. Tanto es así que, ante el éxito de la primera convocatoria, se ha puesto en marcha la segunda edición, cuyo plazo de presentación de proyectos finaliza el 10 de mayo.

Antonio Rivero, representante de Ginkgo Biloba, asegura que no piensan ganarse la vida con esto, pero sí conseguir que el esfuerzo que están poniendo en el proyecto dé fruto: "Poco a poco y con prudencia", dice. De momento, y desde su creación, han organizado actividades casi todas las semanas.

¿Qué aportan a la formación que ofrece la Universidad?

No es que hagamos algo distinto, al final bebemos de la formación que nos han dado en la Universidad. Se trata de una iniciativa que sale de los alumnos. La Universidad no es sólo ir a clase, tomar apuntes, sacar buenas notas… sino que hay que fomentar el diálogo, la formación humana, el ambiente de amistad, los debates controvertidos sobre cuestiones de relevancia social…

¿Qué les diferencia de otras iniciativas de alumnos?

Son iniciativas muy interesantes pero que forman mucho en las capacidades técnicas y ofrecen experiencia de cómo triunfar en lo profesional. Nosotros tenemos una percepción distinta: para poder servir bien a la sociedad hay que tener una visión integral, hay que pensar los grandes temas y adquirir criterios, para que, además de ser buenos profesionales, seamos buenas personas. Nos apoyamos en lo que decía el cardenal John Henry Newman: "Lo técnico es secundario, lo importante es enseñar a las personas en aquella educación que les haga hombres libres, eso es lo fundamental".

¿Cuándo deciden participar en el  programa Think Big de la Fundación Telefónica?

Hace unos meses. Cuando nos enteramos, hablamos con algunos emprendedores y redactamos un proyecto. Lo presentamos y les gustó. Nos dieron unas sesiones de formación y nos asignaron un mentor: Agustín Larrauri, antiguo alumno de la Universidad, cuya labor es revisar el proyecto y asegurarse de que acaba en éxito. Es además quien se encarga de la gestión de los 400 euros que nos dieron para poner en marcha el proyecto. Tiene una trayectoria profesional y humana admirable, y además lo hace de forma desinteresada.

¿Por qué lo han llamado Ginkgo Biloba?

Por tres motivos: El primero, porque es el único árbol que sobrevivió a la extinción de los dinosaurios y a las bombas de Nagasaki e Hiroshima; el segundo, porque es un árbol que representa la cultura, el criterio propio y simboliza el último reducto de la sociedad que ha perdido el horizonte; y tercero, porque es un árbol representativo de esta Universidad.

¿Qué continuidad tiene este proyecto?

Es muy importante el relevo generacional. Ahora estamos en una fase intermedia de Think Big, compitiendo junto a otros 150 grupos. En junio nos dirán el resultado. Si nos clasificamos nos darán 3.000 euros y continuaremos recibiendo formación. Ahora estamos centrados en  llegar a más estudiantes. Actualmente están involucrados unos 30 alumnos. De cara al futuro, pensamos darle forma jurídica para adaptarlo como asociación juvenil cultural. De momento, le damos difusión a través de la revista digital Gingko Biloba con contenidos que hemos trabajado nosotros; y  también nos gustaría hacer una revista en papel. Poco a poco y, como todo, con prudencia.