La arquitecta Izaskun Chinchilla, que impartió una conferencia en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, aseguró que no se puede desarrollar su profesión “y no tener diez mil dudas”.

En una intervención donde expuso algunas de sus obras más recientes, como la última sala VIP diseñada para la Feria ARCO 2016, Izaskun Chinchilla instó a los alumnos a que se fijasen “detrás” de cada obra: “Hay que mirar los nudos de una alfombra, la forma, el volumen, el espacio… y preguntarse, ¿permite a la gente reunirse?, ¿a qué modelo político favorece?, ¿a quién damos visibilidad?, ¿qué imagen damos?”

Unas preguntas que hacen consciente al profesional de sus responsabilidades, pues según afirmó, el arquitecto tiene que “servir a la sociedad”, desarrollar una “visión de la geografía mundial”, y fijar su acción en el tiempo “pasado, para reutilizar elementos, y en el futuro, para ser conscientes de qué vamos a dejar”.

La reutilización de materiales fue una de las claves de su discurso y recomendó a los estudiantes tomar elementos de contexto, es decir, trabajar con edificios y construcciones de fundaciones, instituciones y empresas para “complementarlas e introducir un criterio de valor”. Este criterio lo empleó, por ejemplo, en la rehabilitación del Castillo de Garcimuñoz en Cuenca e incluso en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo en Madrid (ARCO), donde empleó materiales reciclados.

“¿De qué habrán sido testigos estos biombos? -preguntó la arquitecta al mostrar una de las imágenes de la sala VIP que diseñó-. Ellos representan un enigma visual para los espectadores, que se pueden plantear sus usos anteriores”. El espacio, que se dividía en tres zonas, estaba orientado a las necesidades del cliente.

Así, la zona destinada a negocios proporcionaba una “sensación de intimidad”; la zona de lounge bar se inspiraba en Oriente Medio; y la zona de restauración recordaba a Bali y Tailandia. “Lo que el espacio hace es activar memorias positivas. Es arquitectura significativa y cada uno lo asocia a lo que conoce”, explicó Izaskun Chinchilla.

“¿Qué queremos que perciban los usuarios? –concluyó-. Hay que comprender cuál es el mensaje más importante para el cliente y trabajar para ser capaz de generarlo; ver en sus ojos la forma, el volumen y el espacio que estamos proyectando”.