Desde hace tiempo, la idea de realizar una estancia formativa en Estados Unidos se fue fraguando en la mente de María Carrión. Nada más acabar sus estudios de Enfermería en la Universidad de Navarra, recibió una beca de la Asociación de Amigos para realizar un máster de investigación en el King’s College London. A su vuelta realizó la especialidad de cuidados intensivos en la Clínica Universidad de Navarra y trabaja en la UCI como enfermera de Anestesia. Desde entonces, se ha involucrado en la Sociedad Española de Enfermería de Cuidados Intensivos. “Inicialmente, lo hice de una manera informal, pero más adelante me nombraron representante de la sociedad en la Federación Europea de Asociaciones de Enfermería de Cuidados Críticos, con lo que parte de mi rol en la sociedad eran las relaciones internacionales”.

¿Cómo surgió la idea de hacer una estancia en el extranjero?
Desde que llegué a la Federación Europea de Asociaciones de Enfermería de Cuidados Críticos, y también a través de las publicaciones científicas de mi ámbito, he podido establecer muchos contactos y pronto comencé a interesarme por la enfermería americana, especialmente por el desarrollo de la profesión en el ámbito clínico. La Facultad de Enfermería de la Universidad lanzó unos de sus primeros programas de máster en Enfermería de práctica avanzada y desde el principio me sentí atraída por este perfil. Se trata de una enfermera con competencias clínicas avanzadas, que trabaja en el ámbito asistencial, mejorando la calidad de la atención e implantando estrategias de cuidados eficientes. Pensé que ejerciendo este rol podría combinar mis deseos de desarrollo profesional sin dejar el ámbito clínico, ya que es el trato con el paciente lo que me atrajo a esta profesión y lo que da sentido al trabajo que realizo. Así, dirigí mi búsqueda hacia programas de formación en EEUU, que es uno de los países en los que este rol está más asentado en el sistema sanitario.

De modo que el objetivo de su estancia es realizar un máster…
Gracias a una beca de la Caixa estoy realizando el programa de Clinical Nurse Specialist en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Johns Hopkins. Este programa incluye una formación avanzada tanto en el ámbito clínico como en el de la investigación y la mejora de la calidad asistencial. Los conocimientos que estoy adquiriendo me ayudarán a ampliar mi competencia en la atención al paciente, así como a ser un recurso para el resto de los profesionales en el ámbito asistencial, con el objetivo de mejorar la atención que proporcionamos a los pacientes.

¿Cómo es su día a día?
Mi día se reparte entre las clases en la universidad y las prácticas en el ámbito clínico. Las primeras prácticas las realicé en el programa de asistencia ventricular del Washington Hospital Center durante el otoño de 2015, con el objetivo de conocer más a fondo los distintos roles que desempeña una enfermera de práctica avanzada en la atención al paciente, la formación del personal, la mejora de la calidad y la investigación. Durante el primer trimestre de 2016 he realizado prácticas en el Servicio de Urgencias del Howard County General Hospital, centrada en el desarrollo de habilidades para la evaluación de la salud. Los próximos trimestres estaré en Oncología del Hospital Johns Hopkins y con la directora adjunta de seguridad del paciente del Armstrong Institute, ligado a Hopkins.
 
¿Qué destacaría del Hospital Johns Hopkins?
Lo que más me ha llamado la atención en este hospital es la intensa colaboración que existe entre todos los miembros del equipo multidisciplinar y el respeto que muestran al trabajo que cada uno realiza. Otra de las características que me pareció positiva es que tienen incorporada la mejora continua de la calidad dentro de su trabajo clínico. Esto se manifiesta en bastantes cosas, como por ejemplo, sesiones multidisciplinares en las que se revisan los distintos aspectos de la calidad de la atención que se presta a los pacientes. Participan todos los miembros del equipo, desde las auxiliares de las consultas externas hasta el director del Departamento. Así, todos pueden aportar la visión que tienen desde su puesto de trabajo y aprender para mejorar la atención al paciente.
 
¿Y en cuanto a la Enfermería?
Uno de los aspectos que más me ha sorprendido es el gran conocimiento clínico que posee la enfermera de práctica avanzada: es la persona de referencia en todo lo que concierne a los pacientes de su especialidad y ejerce un liderazgo efectivo dentro del equipo asistencial.
 
De todo lo que está aprendiendo, ¿qué le gustaría traerse a la Clínica?
Este tiempo me está sirviendo para adquirir una perspectiva diferente en la atención al paciente, un enfoque por parte de los profesionales sanitarios que fomenta en los pacientes una participación más activa en su propia atención y en la toma de decisiones. En la Clínica tenemos una fuerte cultura de proporcionar una atención centrada en el paciente, por lo que pienso que implantar esto de una forma más sistemática mejorará la relación con los pacientes.
 
¿Aconsejaría a las enfermeras una experiencia como la suya?
¡Por supuesto! Es una experiencia muy enriquecedora que te hace ampliar tus horizontes, no solo a nivel profesional sino también a nivel personal. Aunque hace falta mucha paciencia y contar con uno o dos años para poder organizarse, sobre todo por cuestiones burocráticas. Eso sí, les aconsejaría que su nivel de inglés sea muy fluido desde el principio, por lo que creo que es esencial haber tenido una experiencia internacional previa para poder adaptarse al ritmo tan intenso de clases y prácticas que exige el programa desde el primer momento.