Fallece Leopoldo Gil Nebot, antiguo director de la Escuela de Arquitectura
FOTO: Manuel Castells
En la mañana del día 3 de enero ha fallecido en Barcelona el arquitecto y profesor Gil Nebot. Activo y vital hasta el final, D. Leopoldo nos ha dejado de forma rápida y sencilla en su Clínica del Pilar, tras alegrarnos con su presencia la celebración de los cincuenta años de la Escuela de la Universidad de Navarra, de la que fue director durante doce años hasta su jubilación.
Nacido en 1921 en Barcelona y educado en su Escuela bajo la referencia de su tío Francisco de Paula Nebot, se tituló en 1948 y para ella obtuvo la cátedra de proyectos en 1955, llegando a ser su Director en 1969, en una época especialmente convulsa donde siempre dio muestra de su saber estar y sus dotes para el consenso a pesar de tener que dimitir en 1971.
En 1973 se incorporó al claustro de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra como profesor ordinario de proyectos y, desde entonces, sus viajes a Pamplona fueron constantes y su implicación con la Escuela creció hasta ser nombrado director en 1979. De su larga etapa al frente de la misma queda el recuerdo de que, tras una etapa fundacional, proyectó su apertura mediante la presencia en foros nacionales e internacionales así como la realización de series de conferencias de los más importantes arquitectos españoles, sin olvidar la decidida incorporación y promoción como profesores de una nueva generación de arquitectos que, formados en sus aulas, iban a dotar de prestigio a la Escuela y a la arquitectura navarra.
Como arquitecto, su preocupación por el rigor funcional y el detalle fueron ejemplares. Esto lo transmitía en sus clases de proyectos de último año, donde el tema era un hospital ya que siempre estuvo vinculado a la arquitectura hospitalaria y, tras la barcelonesa Clínica del Pilar (1962), realizará numerosos proyectos y obras en Europa y África, siendo uno de los referentes de su especialidad. También dejó obras en Pamplona como las fases III y IV de la Clínica Universidad de Navarra que realizó junto a su hijo Leopoldo Gil Cornet.
En sus últimos años, estaba especialmente orgulloso de su pertenencia a la Academia de Bellas Artes de Sant Jordi, donde ha sido Secretario General. Una vinculación con el mundo de la cultura y del patrimonio que ha sido ejemplar en la familia Gil desde el siglo XIX, continuada al lado de su tío Paco Nebot que le precedió en la Academia, y que fue de gran importancia en la creación del MNAC.
No obstante, el recuerdo de D. Leopoldo trasciende lo profesional y lo docente. Su memoria es la de una gran persona, alegre y generosa; buen conversador y hombre sabio en lo verdaderamente importante de la vida; capaz de apostar por sus colaboradores y siempre al servicio de la idea de que las cosas importantes no se consiguen en solitario sino formando equipo, creando una gran familia como la que fundó junto a Quica y alrededor de Can Catá, esa fantástica casa noucentista donde cada primavera agasajaba a los alumnos de la Escuela. Gracias D. Leopoldo por tu vida plena y por tu ejemplo de saber hacer.