Universitarios que apuestan por decir "NO" al tabaco
300 universitarios se darán cita a los largo de los próximos seis meses para intentar, con la ayuda de profesionales, superar una adicción presente cada vez más entre los jóvenes, el tabaco
La Facultad de Enfermería ha puesto en marcha el proyecto Universidad Saludable, que tiene como objetivo promover buenos hábitos de vida entre los universitarios. ¿Su mayor preocupación? Que los estudiantes fuman más de lo que suelen hacerlo los adultos. Mientras que éstos están haciendo todo lo posible por dejarlo, los jóvenes empiezan a fumar a edades más tempranas. Pero sobre todo, en la etapa universitaria, las personas que fuman poco, suelen aumentar la dosis y muchos se convierten en fumador regular. Según cuentan los responsables del proyecto, como Idoia Parnavila, se trata de un periodo de riesgo para los jóvenes, ya que influye mucho la compañía, tanto los amigos que fuman regularmente como los que lo hacen de forma esporádica en actos sociales. "Pensamos que los beneficios serán mayores si los universitarios consiguen dejarlo ahora ─afirma Idoia─ , y por ello, decidimos trabajar con los jóvenes".
Con esta iniciativa se busca evaluar la efectividad y viabilidad de un programa para dejar de fumar, específicamente diseñado para estudiantes universitarios, de entre 18 y 24 años. Este proyecto, que comenzó en 2001, se ha dividido en tres fases, y gracias al equipo que lo puso en marcha, la Universidad se convirtió en un centro sin humo. En estos momentos, a muchos les puede resultar impensable que se permitiese fumar en las clases o en los pasillos de la Facultad, pero hasta hace diez años se trataba de una realidad. La Universidad de Navarra, con la iniciativa de promover un espacio libre de humos, se convirtió en pionera en la promoción de actividades de salud, consiguiendo disminuir de forma considerable la exposición al humo del tabaco, tanto de los empleados como de los estudiantes.
Programa para universitarios
"En esta tercera fase nos centramos en estudiantes universitarios. Hemos diseñado un programa para dejar de fumar más específico para ellos y lo que queremos comprobar durante estos seis meses es si realmente es eficaz, para luego poder instalarlo en la Universidad, y así, que todos los alumnos se puedan beneficiar de él", explicó Idoia Pardavila.
Dentro de este experimento que acabará en mayo, la Facultad de Enfermería ha realizado campañas de promoción de hábitos saludables entre los fumadores, como la medición de monóxido de carbono expirado a todos aquellos estudiantes que han estado interesados. "Esta es una campaña para que todos aquellos que realmente quieran dejar de fumar, sepan que pueden hacerlo. Aquí le ayudamos a saber a quién dirigirse y lo que tienen que hacer si quieren dejarlo", cuenta Idoia Parnavila, quien afirma que, en un día, más de 200 alumnos se acercaron para informarse y hacerse la prueba.
Muchos alumnos quieren conocer este proyecto porque están realmente preocupados por este problema. Aunque las mayoría de las patologías son comunes a hombres y mujeres, como el cáncer de pulmón o las enfermedades cardiovasculares, existe una diferencia a nivel de fertilidad, ya que el tabaco puede provocar dificultades para tener hijos. Además, según explican los responsables, el tabaco envejece muchísimo, y por ello, las mujeres suelen acudir preocupadas por su piel, ya que esta se reseca más y provoca que aparezcan arrugas a edades más tempranas, y los hombres se muestran más preocupados por la forma en la que este les afecta a la hora de hacer deporte.
Eduardo Entrala del Valle, estudiante de primer curso de Derecho y ADE, explica que le parece una gran iniciativa por parte de la Universidad: "Creo que a veces los jóvenes no somos conscientes de que, lo que estamos ingiriendo, es más perjudicial de lo que creemos". Eso es lo que piensan muchos alumnos quienes, además, reconocen que es más difícil de lo que parece dejarlo. Onar Berrade, estudiante de 2º curso de Publicidad y Relaciones Públicas, habla sobre este problema: "Tengo bastantes amigos que fuman mucho, algunos intentan dejarlo pero no pueden y el ambiente tampoco ayuda".
El fin de este programa es que los universitarios dejen de fumar, y por ello, contarán con la ayuda de expertos y con las herramientas necesarias para conseguirlo. María Cutín Laguna, estudiante de 4º de Enfermería, es una universitaria que ha apostado por este proyecto: "He querido participar porque soy fumadora frecuente, y creo que es una iniciativa importante para los alumnos. Aunque algunos no contemplamos la idea de dejar de fumar en estos momentos, a la larga, después de las sesiones que se impartirán en estos seis meses, espero que sea una experiencia muy positiva, en la que nos ayudarán con herramientas y métodos para poder dejarlo". Para todos aquellos interesados en formar parte de este estudio, es preciso fumar, al menos, un cigarrillo a la semana. Los voluntarios deberán acudir a dos o a cuatro sesiones presenciales, en función del grupo, durante el curso 2013-2014.
De todas formas, los expertos reconocen que todavía tiene que haber más campañas y programas instaurados que promuevan los hábitos saludables. Idoia Parnavila explica la importancia de que los universitarios se involucren en estas iniciativas: "Se trata de una población cuyos hábitos van a durar toda la vida y posiblemente tengan mucha influencia en la sociedad. Son universitarios que luego serán políticos, directivos en las empresas, y otros serán comunicadores y promoverán una imagen a toda la sociedad divulgando sus propios hábitos. Es importante que ellos conozcan más sobre este problema y, por ello, debemos apoyar desde la Universidad este tipo de campañas".