"El MIDI me ayudó a hacerme preguntas, encontrar algunas respuestas y descubrir muchos más interrogantes detrás"
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“Mi carrera profesional parecía encaminada hacia el mundo de la industria. Tras estudiar Farmacia en la Universidad de Salamanca y, más tarde, matricularme en el Máster en Investigación, Desarrollo e Innovación de Medicamentos (MIDi) de la Facultad de Farmacia y Nutrición, todo parecía indicar que terminaría en alguna empresa, la salida profesional más habitual de los graduados”, explica Jorge Domínguez.
Sin embargo, siempre había sido “carne de investigación”: “Me gustaba cacharrear, hacerme preguntas y encontrar algunas respuestas para descubrir muchas más preguntas detrás”. A pesar de que el mundo de la industria y la gestión le parecía muy interesante, Jorge confiesa que cuando más disfrutaba del máster era con las asignaturas de ámbito preclínico como Farmacología, Toxicología o Experimentación animal, así como durante la realización de su TFM en el Departamento de Farmacología y Toxicología.
“A priori, no pensaba que el MIDi me fuera a preparar para una carrera investigadora, pero estaba muy equivocado. Todas estas experiencias prácticas me vinieron muy bien para llevar a cabo mi tesis doctoral. Ya tenía experiencia con muchas de las técnicas y modelos que iba a utilizar posteriormente, con lo que mi adaptación al mundo investigador fue mucho más sencilla”. Tanto es así que ocho años después de terminar el máster, Domínguez se sigue dedicando a ello como investigador en el departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Radboud de Nimega (Países Bajos), y reconoce que gran parte de la pericia que tiene se la debe a la formación recibida en la Universidad de Navarra. “Además, el hecho de conocer el recorrido en el desarrollo de un medicamento, en qué consiste el paso de la preclínica a la clínica y la posterior farmacovigilancia son una gran ventaja dentro de un mundo investigador cada vez más centrado en el desarrollo de nuevas terapias y las colaboraciones entre empresa y academia, un ámbito en el que la mayoría de la gente no es consciente del largo desarrollo y las enormes inversiones que hay detrás del desarrollo de un fármaco”, explica.
Para Jorge, desde su experiencia profesional, nunca hay que dejar de formarse y aprender. El MIDi fue el primer paso para descubrir una gran gama de herramientas para su vida profesional, básica, preclínica o clínica. “Volvería a hacerlo y a revivir todas aquellas experiencias”.