César Oroz, profesor por un día
El afamado caricaturista navarro visitó a los alumnos de la asignatura Historia del Arte del Siglo XIX, dictada por el profesor Javier Azanza. En la clase mostró sus dotes artísticas durante una sesión distendida con los estudiantes.
El lunes 3 de octubre el dibujante, caricaturista y humorista gráfico César Oroz compartió una sesión con los alumnos de la asignatura Historia del Arte del Siglo XIX, impartida por el profesor José Javier Azanza. El colaborador de Diario de Navarra y de otras publicaciones como la revista digital mensual de humor Orgullo y Satisfacción hizo gala de su ingenio caricaturesco, a la vez que contaba a los estudiantes los motivos de inspiración y la extensa travesía de los dibujantes españoles.
La aproximación al universo de la caricatura en el siglo XIX de la mano de artistas como el francés Honoré Daumier (1808-1879) dio pie a la visita del dibujante navarro. Durante el transcurso de la sesión habló con los alumnos de muy diversos temas, como su afición al dibujo y sus primeros pasos en el mundo del humor gráfico, de la mano de sus referentes en el mundo del cómic (Ibáñez, Escobar, Jan, Luis Bagaría, Gallego y Rey, Forges y Mingote). Oroz comentó que a medida que perfeccionaba su técnica fue conformando un estilo propio con el que a día de hoy se identifica. Del mismo modo, el caricaturista explicó cómo es proceso de creación de una tira cómica, su aproximación a la realidad más cercana de la mano del universo sanferminero, osasunista y estudiantil o la función que debe desempeñar el humor gráfico en la política. Encuadrado en el temario de clase, no dudó en afirmar que a veces la inspiración la encuentra en el mundo del arte.
No faltaron tampoco las anécdotas ocurridas en sus treinta años dedicados al humor gráfico, así como los consejos a los jóvenes asistentes interesados en iniciarse en el mundo de la caricatura y del humor gráfico. Al finalizar la clase, César Oroz quiso obsequiar a los alumnos y al profesor Azanza con una caricatura realizada en directo como muestra de gratitud por el tiempo compartido.