“La mujer se ha incorporado a la vida pública, es hora de que el hombre se incorpore a la vida privada”. Así lo afirmó la profesora María Cruz Díaz de Terán durante el ciclo “Repensar la mujer” celebrado en la Universidad de Navarra. La experta en Filosofía del Derecho habló de corresponsabilidad y destacó que tradicionalmente se ha asociado la responsabilidad de conciliar ambas vidas solo a la mujer, pero hoy en día “hay que hablar de cómo ambos deben conciliar vida personal y vida profesional”.

María Cruz Díaz de Terán, junto a Inma Alva, profesora de Historia de las Mujeres, reflexionaron sobre el papel de la mujer en la historia y en la vida pública en la primera conferencia del ciclo. El encuentro, promovido por la Representación Estudiantil de la Universidad y por alumnas residentes de los Colegios Mayores de Alumni College, conmemora el 25 aniversario de la Conferencia de Pekín y se enmarca en la celebración del Día Internacional de la Mujer.

Los feminismos en la historia

Inma Alva hizo hincapié en el aspecto histórico y se refirió a la consolidación de la teoría de las dos esferas, la privada y la pública, a partir del siglo XIX. “Aunque la mujer había tenido influencia en otros momentos de la historia, en este siglo queda relegada a la esfera privada”. De este modo, dijo, la primera ola del feminismo se concentró en conseguir el voto femenino: “Estaban convencidas de que, una vez conseguido, podrían adquirir el resto de los derechos”.

Según expuso, la división empezó a acrecentarse a partir de la segunda ola de feminismo, aparecida en los años 60, así como en los 90 y en la actualidad, cuando se crean nuevos feminismos. “Desde el punto de vista histórico no cabe hablar de un único feminismo, sino de feminismos: feminismo radical, feminismo de la igualdad o feminismo de la diferencia, ecofeminismo, feminismo liberal, entre otros”.

María Cruz Díaz de Terán habló desde el punto de vista jurídico y señaló que “el término ‘feminismo’ se refiere a la igualdad de trato, derechos y oportunidades” entre mujeres y hombres. “Muchas veces suele decirse que si ya hay un principio de igualdad por qué se necesita el de feminismo. Pero el principio de igualdad, cuando se constituyó, estaba pensado solo para los hombres. El lema de la Revolución Francesa, ‘libertad, igualdad, fraternidad’, excluía a las mujeres”, explicó. Por eso, continuó, se vio la necesidad de crear otro concepto, el de feminismo, que sí reconociera “explícitamente” la igualdad entre mujeres y hombres.    

La profesora se refirió a mujeres como Clara Campoamor o Mercedes Formica, que lucharon por los derechos de la mujer en España, así como a las “redes de apoyo entre mujeres o sororidades en tantas partes del mundo que trabajaron por mejorar la situación de la mujer”. Destacó también la importancia de los referentes femeninos de éxito para despertar el interés de las jóvenes en esas profesiones.