Esta mañana ha fallecido Ángel Martín Duque, antiguo profesor de la Facultad de Filosofía y Letras y catedrático de Historia Antigua y Medieval.

Nacido en Zaragoza (1926), se licencia en Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza y recibe el doctorado (1956), con una tesis doctoral dirigida por José María Lacarra, catedrático de Historia Medieval, su querido maestro y amigo.

Tras incorporarse a nuestra Universidad, funda el departamento de Historia Medieval y ocupa distintos cargos académicos: dirección del departamento de Historia Medieval (1958-97), director del Instituto de Artes Liberales (1969-73), bibliotecario general (1972-86), vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras (1973-75), decano (1975-81) y director de Publicaciones (1986-97).

Ingresa por oposición en el cuerpo facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos (1958) y obtiene las cátedras de su especialidad por oposición, en la Universidad de Santiago (1965) y por concurso de méritos, en la UPV/EHU (1981). Por otra parte, dirige treinta tesis doctorales y más de medio centenar de memorias de Licenciatura.

La mayor parte de su obra escrita trata sobre la Historia Medieval Navarra. Además, dirige obras colectivas novedosas y de gran trascendencia como el Gran Atlas de Navarra. II. Historia (Pamplona, 1986), la Gran Enciclopedia de Navarra (1996) y Signos de identidad histórica para Navarra (1996). Su última gran obra fue el estudio monográfico sobre Sancho III el Mayor (2007).

Asimismo, preside la comisión organizadora de los dos primeros congresos generales de Historia de Navarra (1986 y 1990) y recibe en 2006 un homenaje por este papel fundamental, siendo nombrado socio de honor de la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra. También fue miembro del Consejo Navarro de Cultura, y Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia. En 1991 se le otorgó la Medalla de Oro de Navarra por su "fecundo magisterio" universitario y sus contribuciones al "conocimiento más exacto del reino de Navarra en su época medieval".

Una de sus discípulas, actualmente profesora de Historia Medieval en la Facultad de Filosofía y Letras, Julia Pavón, le recuerda como “un maestro en el más amplio sentido de la palabra”. Señala la profesora igualmente su “esmerado interés por los alumnos y por los doctorandos de quienes se preocupaba académica y personalmente”. Cabe añadir que “era un profesor muy celoso en el plano de los conocimientos históricos, pero más en lo tocante a la honestidad del historiador, dejando una profunda huella en la Universidad y en Navarra”.