Marcelo Merino: «La Universidad ha sido mi "alma mater" y la editorial Ciudad Nueva mi "corpus regis"»
El jueves 5 de noviembre se celebró un acto académico con motivo de la jubilación del profesor ordinario emérito de Patrología en la Facultad de Teología
La Facultad de Teología de la Universidad de Navarra celebró el jueves 5 de noviembre un acto académico en homenaje al profesor D. Marcelo Merino con motivo de su jubilación. Asistió la práctica totalidad de profesores del claustro de la Facultad, así como alumnos y amigos. En él se presentó la última obra del profesor Merino, Gregorio de Nacianzo, Discursos I-XV. El libro recoge en edición bilingüe esos escritos del Nacianceno, la mayoría de los cuales se publican por primera vez en lengua castellana. La obra ha sido editada conjuntamente por Ciudad Nueva y la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, y constituye el primer volumen de una serie de siete que formarán la obra completa de ese Padre de la Iglesia.
Domingo Ramos-Lissón, profesor ordinario emérito de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, trazó una breve biografía del profesor homenajeado, que nació el 25 de enero de 1945 en Valencia de don Juan, villa de la provincia de León que en la Edad Media se llamaba Coyanza. Allí se celebró, en 1055, un concilio que pasó a la historia porque en él se tomó la determinación de que toda Hispania se pasase al rito romano. Don Marcelo se ordenó sacerdote el 1 de junio de 1969 y desde 1971 reside en Pamplona, donde se doctoró en Teología con una tesis sobre la conversión cristiana en San Justino, trabajo que le dirigió don Domingo. Su dominio del griego le abrió las puertas de la patrística. Más adelante se licenció en Ciencias de la Educación en la Universidad de Navarra; no en vano "anida en don Marcelo una pasión por la tarea docente", destacó.
El profesor Merino se percató de la necesidad de traducir la sabiduría patrística. Su primer libro fue la traducción de "El elogio del maestro cristiano" de Gregorio el Taumaturgo, publicado en el número 10 de la colección Biblioteca de Patrística de la editorial Ciudad Nueva. El profesor Ramos-Lissón señaló que don Marcelo aceptó en su momento el encargo de preparar la edición de la Biblia comentada por los Padres de la Iglesia con dos condiciones: que se utilizara la edición preparada por la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y que la traducción al castellano se hiciera directamente de los textos originales, no de la traducción inglesa. Posteriormente Gabriel Revuelta, director de la editorial Ciudad Nueva, recordó que don Marcelo había fijado una tercera condición: la de que la magna obra se publicara en esa editorial madrileña, referente de la Patrística. Esa Biblia es una "obra quijotesca que tendrá 30 tomos y esperamos que esté finalizada en 2017", señaló Revuelta.
"La Universidad de Navarra ha sido mi ‘alma mater'"En sus palabras de agradecimiento, el profesor Merino recordó diversos momentos de su itinerario sacerdotal y académico. Evocó algunos hechos de especial trascendencia en los años vividos en la Universidad, y expresó su reconocimiento a la editorial Ciudad Nueva en la que ha publicado la mayoría de sus obras patrísticas. "La Universidad de Navarra ha sido mi ‘alma mater' y la editorial Ciudad Nueva mi ‘corpus regis' ".
El decano de la Facultad de Teología, el profesor Juan Chapa, destacó el espíritu de trabajo y el tesón que ha caracterizado siempre la vida de don Marcelo. "Muchos sábados por la mañana he visto la persiana de su despacho levantada. Su trabajo es constante, metódico, incansable". Pero don Marcelo no ha vivido solo para los Padres de la Iglesia; "nunca ha dejado de desempeñar la tarea pastoral propia de un sacerdote", recordó el profesor Chapa. Así, empezó el Colegio Mayor Albaizar, fue el primer capellán del colegio Miravalles y ha atendido a la Comunidad de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, en Barañain. "Ha gastado buena parte de su vida en formar sacerdotes y futuros sacerdotes. Estoy seguro de que San Josemaría estará orgulloso de ver hecha realidad la vida de trabajo intensa en don Marcelo, que ha hecho llegar el nombre de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra a muchos países", concluyó.