Cuando se le pregunta “¿Por qué la esgrima?”, ella responde: “¿Por qué otros deportes y no la esgrima?” Lo que empezó como un juego cuando sólo tenía once años gracias a la influencia que ejercieron sus hermanos, que también practicaban este deporte, se ha convertido para María Garro en una experiencia de inmersión en el deporte de competición.

Lo compagina con los estudios de 2º del grado en Management Assistance gracias al programa Talento Deportivo de la Universidad de Navarra, que ofrece ayuda integral a los alumnos que compatibilizan estudios universitarios y deporte de alto rendimiento y del que María forma parte junto a otros 86 estudiantes.

Asegura que la capacidad de concentración que ha adquirido con la esgrima le ayuda para sacar adelante sus estudios y que “la experiencia de ser deportista y a la vez estudiante le aporta un plus a su currículum”. Entrena más de 10 horas a la semana, lo que le exige mucho esfuerzo para compaginarlo con el estudio, pero una de las razones por las que sigue al pie del cañón es por el “magnífico equipo de competición femenino” que ha formado con el Club Navarro de Esgrima y porque “sólo por ese ‘chute’ de energía que el deporte te proporciona sin darte cuenta, vale la pena seguir”.

Cada año se presenta a 4 o 5 competiciones nacionales y a otras 10 regionales, entre los Juegos Deportivos de Navarra y el Ranking Navarro. Como todo deportista, sueña con llegar “a lo más alto”, aunque afirma que “se conforma” con seguir mejorando poco a poco con trabajo y esfuerzo, “continuar compitiendo a nivel nacional y disfrutando del deporte” que tanto le ha aportado.

Agradece enormemente el apoyo que siempre ha recibido de su familia, “en lo deportivo y en lo personal” y confiesa que una de las cosas que más le gusta es sentarse todos juntos los domingos a ver la Fórmula 1: “Somos unos frikis de las carreras de coches”.