Aumentar la presencia femenina en los gobiernos de países en desarrollo beneficia a las políticas de salud pública y educación
Lo expuso Sonia Bhalotra, economista de la Universidad de Essex, en un encuentro sobre pobreza y desarrollo de la Universidad y la Fundación Ramón Areces, en el que han participado ponentes del FMI y universidades de siete países
Aumentar la presencia femenina en los gobiernos de países en desarrollo tiene efectos positivos en las políticas de salud pública, educación y legislación a favor de las mujeres. Así lo ha expuesto Sonia Bhalotra, profesora de Economía en la Universidad de Essex (Reino Unido), en el V NCID Research Workshop, organizado por el Navarra Center for International Development (NCID) de la Universidad de Navarra y la Fundación Ramón Areces en Madrid.
Este encuentro internacional sobre economía de desarrollo ha contado con expertos de organismos mundiales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de universidades de siete países, que han presentado las conclusiones de los últimos trabajos sobre el desarrollo y la pobreza.
La profesora Bhalotra aludió a las limitaciones de la representación femenina en los gobiernos: "Raramente se presentan como candidatas. Parece probable que no lo hacen porque los líderes del partido no las elegirían. Estos pueden ser reacios bien porque reflejan un sesgo entre los votantes o porque ellos mismos tienen un sesgo".
Como solución para aumentar el número de mujeres en los ejecutivos, señaló que un camino es “el acceso de éstas a la educación y las campañas mediáticas que resaltan su buen desempeño”. Apostilló que la creación de cuotas para las mujeres en los gobiernos también puede resultar útil, si bien "las investigaciones han presentado hasta el momento resultados ambiguos a este respecto".
La pobreza, un problema de derechos básicos y socialesPor su parte, Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social – CONEVAL (México), se ha referido al origen de la pobreza: "Algunos creen que es un problema de falta de conocimiento técnico por parte de la población en pobreza para enfrentar sus retos. Pero la historia muestra con cierta claridad que es más bien un problema de falta de derechos básicos y sociales".
Hernández Licona hizo hincapié en que reducirla "depende tanto de la política social (niños en las escuelas, mejora de viviendas, acceso a salud y seguridad social, así como alimentación), como de la política económica (incremento de ingresos, salarios, empleo, crecimiento económico). La pobreza disminuirá más rápido en la medida en que ambas políticas sean efectivas al mismo tiempo".
Christiana Anaxagorou, investigadora predoctoral de la Universidad de Sheffield (Reino Unido), se ha referido a la ayuda extranjera a las naciones en desarrollo y ha apostado por una “alianza entre los países donantes y los receptores para compartir información”, con el fin de ganar en eficacia.
"Esta viene determinada por el comportamiento de los gobiernos y sus decisiones en cómo invertir la ayuda", ha asegurado. "Es importante examinar si se gasta como estaba prevista. Eso permite ver qué funciona y qué no, lo que es relevante teniendo en cuenta que todos los años se destinan grandes cantidades de recursos a la ayuda internacional".
En su opinión, "una inversión en la mejora de las instituciones primero, junto con una agenda de transparencia y monitorización de las actividades públicas, constituirían un paso adelante hacia la dirección correcta para garantizar la calidad de las instituciones de los países receptores".
Objetivos de Desarrollo SostenibleStefania Fabrizio, del Fondo Monetario Internacional, también estuvo entre los ponentes. En su intervención se centró en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y consideró que alcanzarlos requiere desempeñar acciones en el nivel nacional e internacional.
"Los gobiernos de los países deben esforzarse por crear un entorno macroeconómico sano y acometer medidas para un crecimiento fuerte y sostenible", argumentó. Expresó que estos esfuerzos deberían centrarse en la construcción de instituciones fuertes para fomentar la confianza de los inversores; reforzar las finanzas públicas; asegurar un gasto público eficiente y bien definido; invertir en infraestructuras; mantener la sostenibilidad de la deuda; desarrollar los mercados financieros y favorecer su acceso a la vez que se salvaguarda la estabilidad financiera; y promover la inclusión y la sostenibilidad medioambiental.
En cuanto a la esfera internacional, dijo que "un marco externo propicio con estabilidad económica y financiera, y con comercio y flujos financieros estables, también es crucial para que prosperen los esfuerzos de desarrollo de los países".
"Se requiere cooperación internacional para lograr coherencia en las políticas macroeconómicas entre los Estados; para asegurar que las regulaciones financieras en los principales centros financieros se configuran de forma apropiada, son mutuamente consistentes y se implementan con rigor; y para construir una fuerte red de seguridad financiera global que proporcione la confianza de que se pueden atender las necesidades de liquidez no previstas", finalizó.
Estos han sido algunos de los ponentes del V NCID Research Workshop, que está organizado por el Navarra Center for International Development (NCID) de la Universidad de Navarra y la Fundación Ramón Areces. El NCID es un grupo de investigación del Instituto Cultura y Sociedad (ICS), el centro de investigación en Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Navarra. Busca soluciones científicas a situaciones de pobreza extrema en países de África, Asia y América Latina. Para conseguirlo profundiza en dos líneas: la calidad de las instituciones públicas y privadas de cada nación y la transferencia de tecnologías.