"Me han enseñado a cultivar el gusto", afirma Cristina Garza, alumna de 5º de la Escuela de Arquitectura, que ha trabajado en un diseño de producto en Parsons The Newschool of Design en Nueva York este verano.

Esta zaragozana, gracias a su formación como arquitecto, ideó y desarrolló durante un mes el diseño de un sofá multifuncional ya que "el proyecto podía ser de cualquier cosa, de lo que quisieras". Durante ese tiempo, recibió numerosas visitas de diseñadores de renombre que con sus enseñanzas y consejos le ayudaron a perfilar el resultado final de su producto. Asimismo, cada semana se llevaba a cabo una ‘review' para valorar el desarrollo del proyecto trabajado.

En este sentido, no todo se centró en la elaboración de la propuesta en lo que se refiere a términos meramente arquitectónicos. "Nos mandaban libros para leer y debíamos hacer siempre un comentario de texto de lo que habíamos leído, además nos educaron mucho en la importancia de la expresión oral y escrita, el cómo vender", afirma Cristina. Todo ello unido a las visitas a diferentes estudios de diseñadores para conocer mejor su forma de funcionar. Una experiencia que considera le ha servido para "cultivar el sentido del gusto" y reafirmar su idea de que "el arquitecto está totalmente ligado a otras áreas del diseño".

La Escuela ha elaborado una Guía de Salidas Profesionales en la que se puede conocer de primera mano el testimonio de diferentes graduados que, bajo el paraguas de los conocimientos del Grado en Arquitectura, han orientado sus perfiles profesionales hacia cuestiones como el diseño, la moda, la escultura, entre otras. Cristina es un ejemplo más de las diferentes orientaciones profesionales que puede adoptar una estudiante de Arquitectura.