Higini Arau, responsable de la ingeniería acústica del Baluarte, ofreció una conferencia en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra en la que expuso las cualidades acústicas del nuevo Palacio de Congresos pamplonés. Según dijo, "de todos los auditorios españoles, éste suma un grado más de perfección. Se trata de uno de los mejor conseguidos de los últimos años.

"La diferencia de sonido entre la primera y la última fila es inaudible, varía a nivel N constante, el que sea, con una desviación relativa de sólo (0,5 decibelios, o una desviación absoluta de un decibelio". Esta característica sitúa al Baluarte "un bit por encima incluso del Kursaal, un excelente auditorio con desviaciones absolutas de entre 1 y 2 decibelios".

Físico y profesor de Acústica en la Universidad Ramón Llull, Higini Arau imparte clases magistrales y cursos de máster en diversos campus y centros tecnológicos de España. También dirige el estudio Arau Acústica. Entre sus proyectos realizados figuran el Kursaal de San Sebastián, el Palacio Euskalduna de Bilbao, L'Auditori de Barcelona y el Gran Teatro Lírico del Liceu. Además, colabora en la reconstrucción del Gran Teatro de la Ópera Alla Scala de Milán.

En la armonía se halla la verdadera música

Para este experto, "los músicos de grandes orquestas internacionales que actúen en el Baluarte no tendrán problemas, pero otros conjuntos tendrán que perfeccionar su técnica. Cualquier error se percibirá fácilmente. Hasta un respiro se escucha de punta a punta". Cree que eso "hará que los músicos limen algunos defectos que en otros auditorios pasan desapercibidos".

"Lo importante es que un sonido no haga desaparecer al otro, puesto que en la armonía se halla la verdadera música. También es importante que las secciones orquestales sepan apantallarse adecuadamente para que los sonidos de las músicas fuertes no enmascaren a las secciones musicales débiles. La escuela rusa sabe mucho de cómo deben colocarse los músicos entre sí y con relación a la sala. Cualquier sala buena no puede defenderse de cuestiones que sólo se han de resolver en el escenario. También un buen director de orquesta debe saber atemperar las intensidades sonoras de las secciones instrumentales fuertes", matizó.