Alumnos de la Universidad se han subido al escenario para protagonizar estos días ocho conocidas obras de teatro, como Drácula, Bodas de Sangre o Descubriendo Nunca Jamás. Después de muchos meses de ensayos, en los que se han tenido que familiarizar con sus personajes, Esperanza Villa (ISSA ‘20) y Axel Extramiana (ISSA ‘20), alumnos de ISSA - School of Management Assistants, por fin pueden caracterizarse, encender los focos y dar comienzo a la función.

Esperanza Villa, de 2º curso del grado en Management Assistant, compagina su cargo de delegada de su clase y de ISSA con las artes escénicas. Aunque no siempre resulta fácil, pues estudia, trabaja y forma parte de otros proyectos, asegura que “es cuestión de organizarse. Hay épocas en las que hace falta ensayar mucho y eso requiere esfuerzo y sacrificio, pero con orden se puede compaginar. Además, se hace más llevadero, porque se disfruta”. Espe -como le llaman sus amigos y conocidos- se apuntó a teatro animada por un amigo: “Él formaba parte de la compañía Eguzkilore Teatro y como sabía que quería probar, me ofreció unirme”. Explica que, aunque no tiene mucha experiencia, para ella es “una forma de expresar, de soltarse, de desahogarse y, sobre todo, de disfrutar y pasárselo bien”.

Como todo actor que se precie, tiene muy claras algunas pautas para triunfar sobre el escenario y hacer las delicias del público: “Para sentirse cómodo y tranquilo, es importante haber interiorizado bien el personaje. También ayuda haberse familiarizado con el escenario y haber ensayado allí, para no sentir miedo escénico”. Después de esta experiencia, no duda en recomendar a otros alumnos formar parte de alguna compañía. “El teatro no se cierra a nadie, es algo en lo que todo el mundo puede participar y con lo que todos pueden disfrutar”, asegura.

Axel Extramiana (ISSA ‘20) también cursa 2º en ISSA - School of Management Assistants, forma parte del consejo de curso como subdelegado de su clase y de ISSA y actúa con la compañía Eguzkilore Teatro. Aunque cuenta que el teatro siempre le había llamado la atención, le faltaba tiempo y disponibilidad para apuntarse a alguna compañía. No fue hasta el curso pasado cuando, al llegar a la Universidad, decidió probar suerte: “Me enteré de que era una de las actividades culturales que se ofrecían en el campus, así que entré a formar parte de la compañía Matad al apuntador. Gracias a la Universidad, he descubierto que es mi pasión, el mundo al que quiero pertenecer, que me llena y me hace crecer como persona”.

Desde entonces, no ha dejado pasar una oportunidad que le permitiera seguir formándose, porque “cuando te subes a un escenario, dejas de ser tú mismo; abandonas tus gestos y recuerdos y te pones en la piel de otra persona”, asegura. Para Axel, la mejor sensación al salir de entre bastidores se vive al finalizar la función: “Cuando te acercas a saludar al público, con los focos apuntándote, y no oyes más que tu nombre envuelto en aplausos, sabes que has realizado una conquista. Una conquista sobre tus miedos, sobre ti mismo. Sientes que te has superado y que estás puliéndote como persona”.

Además de considerar que compaginar el teatro y la vida universitaria no solo no es difícil, sino que se complementan y enriquecen, no duda en recomendarlo, concretamente, a quienes estudian Asistencia de Dirección: “El control del lenguaje corporal, la inteligencia emocional, el dominio de los nervios a la hora de hablar en público, la desenvoltura en el entorno laboral y en el trato con la gente y, sobre todo, la capacidad para improvisar y actuar en situaciones inesperadas son algunos valores que te aporta el teatro y que pueden potenciar el desarrollo laboral de un alumno de ISSA”.