Las nuevas tecnologías al servicio de los museos para conservar y difundir su patrimonio cultural
El proyecto ‘Creatividad y herencia cultural’ del ICS organizó una jornada en la que participaron expertos del Museo de Navarra, Gnoss, Museo Reina Sofía y Centro Botín
FOTO: Natalia Rouzaut
Cada vez con más frecuencia, los museos recurren a las nuevas tecnologías para poner en valor el rico patrimonio que atesoran y acercarlo al público. Una jornada organizada por el proyecto ‘Creatividad y herencia cultural’ del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra reunió a cuatro expertos de Gnoss, Museo de Navarra, Museo Reina Sofía y Centro Botín, para debatir sobre esta cuestión y conocer de cerca la experiencia de sus instituciones.
“Se trata de conservar y estudiar el patrimonio cultural con el objetivo de integrar las demandas de la sociedad actual y el valor real de dicho patrimonio y generar interacción entre ambos, más allá de convertirlo en un mero objeto de consumo al servicio del turismo”, afirmó Julia Pavón, investigadora principal del proyecto.
La primera ponencia corrió a cargo de Mercedes Jover, directora del Museo de Navarra, quien reflexionó sobre ‘El Museo en la sociedad de la información’. Repasó el origen de los museos a partir del fenómeno del coleccionismo y su evolución desde la Edad Media, el Renacimiento y la Ilustración hasta la era actual.
Contó que el Museo ha procedido en 2019 a una revisión de las instalaciones y la exposición permanente bajo el lema ‘Todo el arte es contemporáneo’, con el que la institución busca dar el salto al siglo XXI. Las piezas han dejado de exhibirse en una línea temporal única para centrar el foco en cómo interpretan obras y artistas distintos temas claves para la humanidad.
Asimismo, indicó que el Museo trabaja para que sus colecciones estén disponibles para el público a través de Internet.
El siguiente ponente fue Ricardo Alonso, CEO de Gnoss, una empresa tecnológica que construye y explota grafos de conocimiento aplicando tecnologías semánticas. En su charla, ‘Museos y metamuseos: el arte en la era de la reproductividad digital’, departió sobre el proyecto ‘El Museo del Prado en la web’, un nuevo modelo de museografía digital con el que han hecho accesible todo el contenido de la institución.
Gnoss ha representado el patrimonio del Museo del Prado a través de un grafo de conocimiento que enlaza las obras de arte y los autores de su colección con otros activos de la entidad como la enciclopedia o el archivo. El objetivo, según contó, es que el público pueda acceder a esa información de forma personalizada.
De acuerdo con Alonso, el proyecto responde a la idea de que los museos, como cualquier otra institución “son conversaciones”, que en la era de internet se desarrollan de manera más simétrica que en el pasado. Sostuvo que esto obliga a diferenciar públicos y hablar con cada uno de ellos en función de sus intereses particulares.
Repensar GuernicaA continuación fue el turno de Olga Sevillano Pintado, responsable de programas virtuales del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que disertó sobre ‘Procesos y funciones en la era digital’. Habló sobre ‘Repensar Guernica’, una web que recopila y presenta de forma abierta al público materiales relacionados con el famoso cuadro que actualmente forma parte de los fondos de la entidad. Reconoció que la investigación en la que se ha basado ha llevado más de dos años y ha requerido un trabajo interdisciplinar (investigadores, informáticos, historiadores del arte, diseñadores…).
Señaló que la web está compuesta por cerca de 2.000 documentos de 120 archivos públicos y privados, instituciones y agencias nacionales e internacionales, a los que se puede acceder a través de un potente buscador. Además, recalcó que la página se encuentra en evolución, ya que se va enriqueciendo con nuevos documentos como catálogos de exposiciones, correspondencia, documentación interna de museos, periódicos, revistas…
Un lugar destacado de la web lo ocupa el estudio de Guernica en gigapíxel, que agrupa y gestiona un gran número de imágenes tomadas del cuadro, tanto de la superficie pictórica como de la parte trasera y del bastidor.
Artes, emociones y creatividadEn último lugar intervino Fátima Sánchez Santiago, directora ejecutiva del Centro Botín, inaugurado en 2017 con el impulso de la Fundación Botín. En su conferencia, ‘Centro Botín: Artes, emociones y creatividad’, habló de cómo las emociones pueden ser elementos importantes para la creatividad en la medida en que algunas herramientas como el arte contribuyen a generarlas y gestionarlas adecuadamente.
Precisamente, el centro desarrolla un proyecto junto con la Universidad de Yale para investigar y estudiar con detalle el papel de las emociones en el proceso creativo, generando un modelo teórico que dé respuesta a cómo y por qué tienen incidencia en la creatividad humana. El último paso, según explicó, es la aplicación de este conocimiento generado a diversos programas, actividades y talleres.
Como ejemplo, mencionó la actividad promovida bajo el título ‘Creative thinking strategies for life: a workshop for professional adults using art’ y algunos de sus resultados: los participantes mejoraron significativamente en la generación de ideas más originales en tareas de pensamiento divergente, generación de ideas más originales en análisis de problemas y mayor frecuencia de comportamientos creativos tras realizar el curso.