"Escribir en las almas"
Se celebra el acto en homenaje al catedrático de Filosofía Rafael Alvira
FOTO: Antonio Olza
FOTO: Antonio Olza
Numerosas personas –algunos de sus hermanos (Tomás, Pilar, Nieves y Marian), profesores y amigos- llenaron el sábado 8 de febrero al mediodía el Aula Magna del edificio Central para rendir un acto de homenaje a la trayectoria profesional del catedrático de Filosofía Rafael Alvira Domínguez, que empezó a trabajar en la Universidad de Navarra en 1980. Antes había estado en la Universidad Complutense de Madrid y un breve tiempo en la Universidad de La Laguna. El profesor Alvira fue, además, hasta su jubilación, investigador principal del proyecto 'Religión y sociedad civil' del Instituto Cultura y Sociedad( ICS).
El acto fue presidido por Alfonso Sánchez-Tabernero, rector de la Universidad de Navarra, Rosalía Baena, decana de la Facultad de Filosofía y Letras, Jaume Aurell, director del Instituto Empresa y Humanismo y Raquel Lázaro, directora del Departamento de Filosofía.
Alejandro Martínez, profesor ayudante doctor del departamento de Filosofía, leyó las 106 adhesiones al acto, entre las que destacó las de Mary Ann Glendon, Antonio Heredia, Giuseppe Nicolazzi y Enrique Sendagorta.
El discurso de Montserrat Herrero, profesora titular de la Universidad de Navarra, fue un símbolo de agradecimiento a su magisterio, con la carga semántica que las palabras "símbolo" y "agradecimiento" tienen para el profesor Alvira, que ha dirigido casi 80 tesis doctorales -la mayor parte de ellas publicadas-, y ha escrito 16 libros y 310 artículos. "Nunca formó escuela, expresión de la libertad de su cátedra" -afirmó la profesora Herrero, quien agradeció "las aventuras profesionales que he podido seguir con él, aunque no es fácil ir a su ritmo. Rafael Alvira ha sido un servidor de todos. Por cierto –afirmó dirigiéndose expresamente a él- seguimos esperando el libro de Filosofía Política que usted guarda in pectore. «Escribir en las almas», este ha sido su lema", concluyó Montserrat Herrero.
Juan Arana, catedrático de Filosofía de la Universidad de Sevilla, trazó la historia de cómo se creó el Departamento de Filosofía, en el que el profesor Rafael Alvira, junto con el también catedrático Alejandro Llano, estuvieron al frente de los primeros engranajes, y le definió como "un contemplativo en medio de la academia". Destacó de él su capacidad para llegar al meollo de los asuntos y ser un maestro en saber hacer sencillo lo complicado. "Pensador de totalidades, se defiende y nos defiende con una aguda ironía", afirmó.
Carmelo Vigna, profesor de la Universidad Ca'Foscari de Venecia y gran amigo del homenajeado, dijo que "la pasión por la Filosofía de Rafael Alvira es una pasión por la verdad y por el bien".
"Lo que ahora es el Instituto Empresa y Humanismo te lo debe casi todo", afirmó en su discurso Agustín González Enciso, profesor ordinario de la Universidad de Navarra y subdirector del Instituto Empresa y Humanismo. "Los empresarios han aprendido, a lo largo de estos 28 años de vida del Instituto, modos de vivir la empresa más dignos, con más visión de futuro". Aludió a la pasión futbolística del profesor Alvira, "que a veces te deja la mente en blanco" y destacó la máxima alvirana que dice que: "lo más práctico es una buena teoría".
Por su parte el profesor Rafael Alvira, respondió a todos esos parlamentos desde el agradecimiento y destacó su efecto multiplicador. Así, agradeció a San Josemaría Escrivá de Balaguer que le hiciera comprender que "en Jesucristo se unían el saber y la persona; el trabajo y la palabra". A sus padres y hermanos, "de ellos aprendí la Filosofía Política, porque se llega a ser libre en la convivencia con lo común". A Antonio Millán Puelles, su maestro, a quien definió como "pensador profundo sin concesiones a la galería". Y finalmente a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra y al Instituto Empresa y Humanismo. "Los mejores y más agradecidos recuerdos se los debo a ellos". Explicó cómo el beato Juan Pablo II en su encíclica "Fides et Ratio" esperaba que el siglo XXI fuera el de la unidad del saber, ya que sin ella la persona no puede vivir la unidad de vida. "Si crear es dar el ser -continuó Alvira- creer es agradecer que desde la nada Alguien me regala el ser. Crear y creer tienen casi la misma potencia. Es desde la fe que se construye el futuro".
Alfonso Sánchez-Tabernero, rector de la Universidad de Navarra, concluyó el acto y aseguró que Rafael Alvira es un auténtico maestro, que destaca "no solo por su afán de saber, estudiar, pensar y comentarlo con Sócrates para profundizar, sino que también quiere que los demás crezcan. Sabe escucharles, guiarles, motivarles, corregirles y echarles una mano en hora y a deshora".