Arriba el telón
Sofía Jessie Cockburn y Axel Extramiana, alumnos de ISSA School of Management Assistants, participan en la XIX Quincena de Teatro de la Universidad
Ocho obras de teatro, cuatro compañías de alumnos y más de un centenar de estudiantes son algunas de las cifras de la Quincena de Teatro Universitario que este año alcanza su XIX edición. La organiza Actividades Culturales en Civivox Iturrama y en ella participan dos estudiantes de ISSA School of Management Assistants: Sofía Jessie Cockburn y Axel Extramiana.
Sofía- Jessie Cockburn
Curso: 1º del Grado en Management Assistance
Obra: Macbeth, de William Shakespeare
Compañía: Matad al apuntador
“El teatro es una herramienta muy útil para practicar de una forma divertida esta habilidad que tanto nos cuesta: hablar en público”.
Fue la última en entrar en la compañía ‘Matad al apuntador’. Lo hizo para representar a Ross, cuando la persona que iba a interpretarlo tuvo que dejar el grupo. Arranca en el teatro universitario por la puerta grande representando Macbeth, y aunque sí que había participado en algunas obras antes, incluso en otra de Shakespeare Sueño de una noche de verano, “nunca había interpretado a un hombre”. Asegura que la experiencia del teatro le ha encantado porque se despeja y aprende al mismo tiempo. Además explica que “el teatro es una herramienta muy útil para practicar de una forma divertida esta habilidad que tanto nos asusta: hablar en público”.
Axel Extramiana
Curso: 1º del Grado en Management Assistance
Obra: Macbeth, de William Shakespeare
Compañía: Matad al apuntador
“El teatro ha supuesto en mí toda una revolución y un punto y aparte”
Del personaje que representa se queda con su lealtad al Rey Duncan y a Escocia, sus férreos ideales y su valentía. Interpreta a Macduff. Asegura que aunque el teatro era algo que siempre le había gustado, o bien no tenía la confianza suficiente para subirse a un escenario, o bien su situación en la vida no le había permitido apuntarse a ninguna compañía. Sin embargo, con la experiencia de este año con el grupo ‘Matad al apuntador’ dice estar viviendo una “revolución” y un “punto y aparte”: “Aunque pueda parecer que ir a los ensayos sea un incordio, lo cierto es que me despeja y recarga mis energías. Dejo de ser yo para ser mi personaje y supone un aire fresco en mi día a día”. Ensaya cuatro horas a la semana, aunque las semanas previas a las representaciones hacen sesiones más intensas. Aparte del teatro, trabaja en una academia dando clases de japonés y va al gimnasio. Afirma que el teatro le ha servido para ganar más confianza en sí mismo y para aprender otras facetas de su personalidad: “Usar máscaras metafóricas para interpretar a otros personajes y ponerse en diferentes tesituras permite un crecimiento y desarrollo que difícilmente se conseguiría de otra forma”.