“El ser humano confiere el valor a los bienes patrimoniales, seleccionando unos e ignorando o relativizando otros. El patrimonio no existe si alguien no le da valor”. Así se ha pronunciado Carlos Martínez Álava, jefe del Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra, en la jornada ‘Resignificar el patrimonio’, organizada por el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra.

De este modo, ha apuntado que se trata de una “construcción social” que se realiza “a partir de valoraciones de bienes heredados por grupos particulares de personas, que los interpretan y les dan sentido y significado, de acuerdo con su forma de ver el mundo”. Ha asegurado que “se resignifica a partir de su valor social, de su reflejo en la sociedad, y necesita de una masa crítica formada y atenta”.

Debido a que considera que el patrimonio “es elástico en su percepción social” y por eso “está en continuo cambio”, Martínez Álava ha apuntado que su gestión cada vez “es más compleja y rica” y requiere un proceso de innovación constante, con más agentes implicados de una forma transversal para ampliar la cadena de valor.

Así, ha insistido en que cuando un bien se descubre comienza todo un proceso de enriquecimiento que “no queda solo en la restauración: hay que documentar, interpretar, descubrir, socializarlo -que los ciudadanos lo hagan suyo.

En el caso de Navarra, ha comentado que el patrimonio “desempeña un papel esencial en el desarrollo turístico de la Comunidad” y que en torno a él se mueven empresas de restauración, de hostelería, de intervenciones arqueológicas… Los destinos más visitados son el Palacio Real de Olite, las cuevas de Zugarramurdi y el Parque Natural del Señorío de Bértiz.

Una visión económica proporcional y respetuosa

Por último ha aportado diez claves sobre el patrimonio cultural: posee un valor social y económico innegable porque genera actividad económica directa e indirecta; es una herramienta potencial de desarrollo personal y territorial; el trabajo con él es innovador desde cualquier punto de vista; requiere inversiones mayoritariamente públicas; la cadena de valor favorece el desarrollo de otras actividades; la visión económica debe ser proporcional y respetuosa, evitando la mercantilización; hay que evitar el consumo rápido, la banalización y los lugares comunes globalizados; conforma un ecosistema que hay que respetar; requiere de una gobernanza común público-privada; y necesita una protección estratégica a largo plazo.

La jornada del proyecto ‘Creatividad y herencia cultural’ del ICS fue moderada por la profesora Julia Pavón y contó también con Miguel Ángel Elvira, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, quien habló sobre ‘El Museo Arqueológico Nacional como concepto’; Antonio Jiménez, director-gerente y secretario de la Fundación Albarracín, que se centró en ‘Albarracín, un caso ejemplarizante en gestión integral del patrimonio’; y Elena Hernando, directora – gerente del Museo Lázaro Galdiano, que presentó ‘El Museo Lázaro Galdiano, la actualización de un legado’.