“El periodo de la pandemia se ha caracterizado por la falta de un control parlamentario regularizado”
La catedrática de Derecho Constitucional, Piedad García-Escudero, intervino en la segunda sesión de las XXI Jornadas del Aula de Derecho Parlamentario
10 | 11 | 2021
La catedrática de Derecho Constitucional y en el momento actual, jefa del Departamento de Estudios Jurídicos en la Secretaría General del Congreso de los Diputados y letrada de la Comisión de Justicia, Piedad García-Escudero, señaló que el periodo de la pandemia “se ha caracterizado por la falta de un control parlamentario regularizado”. Letrada de las Cortes Generales, afirmó que el funcionamiento de la Cámara se había visto profundamente alterado por la pandemia: “Había que tomar medidas de seguridad: extensión del voto telemático -en cierta manera se estaba soslayando la importancia de la deliberación, ya que está pre decidido antes de debatir lo que van a decidir los diputados- y reducción de aforos”, indicó, pero también quisó poner en valor la capacidad de reacción de los parlamentarios. “El Parlamento ha estado ahí, no ha estado en cuarentena”, señaló.
Con una ponencia titulada, Funciones y funcionamiento del Parlamento en tiempo de crisis, Piedad García-Escudero intervino en la segunda sesión de las XXI Jornadas del Aula de Derecho Parlamentario organizadas por la Universidad en colaboración con el Parlamento de Navarra, repasó las distintas crisis que se han sucedido desde 2008 (recesión económica) y que han afectado a la institución.
Un gobierno fragmentado da lugar a un parlamento menos fuerte, donde se resiente la labor de control que las Cortes deben realizar frente al poder Ejecutivo. Esta es otra de las principales conclusiones que expuso. Destacó el fin del bipardismo en 2015, que da lugar a un Gobierno donde no hay mayorías y con gran dependencia de partidos minoritarios. “Esta situación se traduce en una actividad legislativa mínima, que no permite la aplicación y transposición de directivas”, explicó.
La intervención de la letrada se centró sobre todo en la XII legislatura, cuando el panorama político y social español vivió momentos que, hasta entonces, no habían sucedido: moción de censura, tres sesiones de investiduras fallidas y repetición de elecciones, largos periodos de gobiernos en funciones, prórrogas presupuestarias, etc. “Podemos decir que la XII legislatura resultó estéril al no haber sabido avanzar en la cultura del pacto, que es a lo que aboca el multipartidismo”. Habló también del incremento de la tramitación de decretos-ley en lugar de leyes; nombramientos que no se pueden llevar a cabo al no haber consensos y el aumento de comisiones de investigación, que sin embargo no llegan a emitir informes o dictámenes finales.
El Parlamento, marco para las respuestas plurales y pactadas
Tras la intervención de García-Escudero, José Tudela, secretario de la Fundación Giménez Abad; el letrado del Parlamento de Navarra, Manuel Pulido y Josep María Castellá, catedrático de Derecho Constitucional y miembro de la Comisión de Venecia en el Consejo de Europa, intervinieron en una mesa redonda. El debate trató de definir las funciones y el funcionamiento del parlamento en un tiempo postpandemia. José Tudela, afirmó que durante la última crisis “no se había tratado con mimo a la institución”. “Cuando hay un estado de alarma, el Parlamento es lo más importante pero casi se le ha hecho desaparecer. Mi impresión es que los Parlamentos no se han reivindicado a sí mismos”. Tudela afirmó que el Parlamento necesita un diagnóstico, una reforma y ver cómo se puede acometer. El profesor presentó el Parlamento como el marco donde se realizan respuestas plurales y pactadas; abogó por separar la responsabilidad política de la penal y por repensar un espacio para el diputado individual. Apostó por ver cómo la tecnología puede contribuir a mejorar el funcionamiento de la institución y por aplicar la inteligencia artificial. “El Parlamento es el espacio para que las políticas se construyan de un modo racional”, dijo.
Por su parte, Josep María Castellá añadió: “La ciudadanía debe percibir la institución como eficaz y la solución a los problemas del Parlamento debe emanar del propio Parlamento”. José María Castellá advirtió de la influencia del populismo y la erosión que produce en el sistema institucional, en el equilibrio del poder. “La democracia no es solo la legitimización del pueblo, también es el control del poder, que requiere de unos mecanismos”, concluyó.