Con motivo de la festividad del patrono de Derecho Canónico, san Raimundo de Peñafort, la Facultad organizó una Jornada Académica que consistió en una conferencia sobre "Derechos humanos y Derecho natural", que corrió a cargo del catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado, José María Vázquez García-Peñuela, rector de la Universidad Internacional de La Rioja desde 2009 y antiguo alumno de la Facultad. Es doctor en Derecho y en Derecho Canónico; sus sendas tesis fueron dirigidas por don Carmelo de Diego-Lora, profesor ordinario emérito de la Facultad, para quien el ponente tuvo un emocionado recuerdo.

Empezó afirmando que la apelación a la dignidad humana es relativamente reciente, tanto en las instituciones internacionales como en las de derecho internacional comparado; la razón fue la sacudida que representó para la Humanidad  la Segunda Guerra Mundial. La dignidad es inherente a la persona humana e hizo notar cómo la palabra «inherente» muestra que "nuestra lengua es rica para captar matices de alcance metafísico".

Explicó cómo a pesar de que la ley y el derecho natural son unos de los principales temas de la Filosofía del Derecho, la ley natural ha sido negada en base a distintas posiciones. Aclaró que no es adecuado unir la  iusnaturalista exclusivamente al ámbito religioso y constató que antes de la aparición del cristianismo -los estoicos, entre otros- ya se mencionaba la ley natural, si bien  es verdad que "en los últimos decenios ha sido la Iglesia Católica la única instancia que ha apelado a su existencia a la hora de defenderla". La disparidad de visiones de la ley natural no conduce a la conclusión de su inexistencia. Lo mismo cabría esperar del "hombre" o de  la "libertad". Y este hecho no lleva a pensar que el hombre no existe, o que carece de libertad. "Es sencillo constatar que ningún otro tema de la Filosofía del Derecho suscita tanto interés fuera de los cultivadores del ámbito del saber: hay una instancia que dicta los deberes que atañen a las personas", afirmó.
 

Visión moderna de la ley natural

José María Vázquez argumentó que la visión tomista clásica parte de la base que el hombre es un ser dotado de razón, que le dice cómo actuar para conseguir sus fines. "Si deseo tener una buena relación con mi vecino, debo saludarle con educación en el portal", ejemplificó. Sin embargo la llamada "falacia naturalista" suele esgrimir la ley de Hume. Incurren en ella quienes, con los datos objetivos que ofrece la naturaleza, deducen obligaciones, es decir, pautas morales. El catedrático citó al teólogo Ángel Rodríguez Luño quien afirma que de los meros hechos no se pueden extraer normas de ninguna clase, pero que la realidad se reduzca a meros hechos es algo irreal. La común experiencia moral nos dice que es bien real que las personas se sienten obligadas por las promesas que realizan. O de cómo de las amistades, se derivan obligaciones, por ejemplo.

Finalmente argumentó que el derecho natural es distinguible de la ley natural. El primero y el derecho positivo "forman parte de cada sistema u ordenamiento jurídico; no cabe solapamiento entre ellos porque no se relacionan ni concurren. El derecho natural es la parte natural del sistema jurídico", concluyó. José María Vázquez no descarta que con el tiempo sean formulados derechos humanos todavía no percibidos como tales, "porque en el devenir nos encontramos con hechos o situaciones nuevas; un ejemplo lo podemos encontrar en los avances de las  ciencias médicas".