Bajo la atenta mirada de cientos de personas que se concentraron en el Salón de Actos de la Biblioteca de Ciencias, la profesora Felisa Peralta trató de explicar la perspectiva desde la que se actúa en el mundo de la Educación con las personas con discapacidad. La expectación era máxima. Incluso el evento había tenido que cambiar de lugar para acoger a más personas debido a la gran cantidad de asistentes en la primera sesión. No cabía un alfiler, y la charla no defraudó.

Desde el principio, la profesora Peralta recalcó el papel que debe jugar toda persona ante una con discapacidad. Más que las cosas que se hacen mal con las personas discapacitadas, intentó enfocar el discurso sobre lo que se hace bien y lo que se debe hacer en determinadas situaciones. La sesión empezó con la lectura de la carta de un niño, consciente de su ‘diferencia' frente a otros niños. La profesora Peralta afirmó que "la gente discapacitada tiene muchas posibilidades de llegar muy lejos", pero que es necesario que cada uno se solidarice y contribuya a que eso sea una realidad.

Durante el despliegue de información sobre la discapacidad desde el punto de vista de la educación, Felisa Peralta resaltó que se está avanzando mucho en las modalidades de escolarización adaptadas a las personas discapacitadas, así como de profesores especializados. Por otra parte, también dijo que se están eliminando las barreras físicas para los discapacitados, es decir, se está poniendo mucho empeño en la creación de servicios especiales y de materiales adaptados para crear un apoyo real y estable en la sociedad actual, en la que también es importante la integración. "Son personas que necesitan nuestro apoyo, pero necesitan tener autoestima. Nuestro trabajo es educarles para que puedan actuar por sí mismos", afirmó refiriéndose a los docentes. Para complementar la explicación, se expusieron varios vídeos sobre personas discapacitadas, ejemplos de superación y modelos de integración.

La profesora Felisa Peralta finalizó su discurso mostrando el lenguaje positivo y respetuoso que debe emplearse con las personas discapacitadas; y concluyó afirmando que "todos necesitamos ayuda en algún momento", y que "la peor discapacidad es la de no tener corazón".

En el turno de preguntas, algunos asistentes, padres de niños con alguna discapacidad, plantearon dudas sobre las posibilidades reales de integración y la situación actual de la educación frente a las personas con discapacidad. La profesora aceptó las críticas planteadas y defendió que "no todo lo que se está haciendo está bien", pero tampoco "se hace todo mal". Afirmó que la integración, tiene que ser una posibilidad y una opción, porque cada caso es distinto. "Para un niño puede ser mejor recibir educación en un centro ordinario, porque está preparado para sus necesidades concretas; y para otro, por sus circunstancias, puede ser mejor recibir educación en un centro especializado".

Sin duda, la sesión no dejó indiferente a nadie.