Bruno Sánchez Saiz-Ezquerra FOTO: cedida

El hecho de ser el único estudiante que realiza la tesis doctoral en la Universidad de Navarra como ingeniero de Edificación, ¿qué supone para ti?
Es un gran orgullo tener la oportunidad de realizar los estudios de posgrado de doctorado en la Universidad de Navarra. En la Escuela de Arquitectura comencé mis estudios universitarios y, aquí, es donde quiero estar. Soy el primer ingeniero de Edificación en desarrollar una tesis doctoral en el programa de doctorado en Edificación pero no soy el único; hay muy buenos estudiantes preparándose en el departamento de Edificación e interesados en comenzar estos estudios de posgrado. Es cuestión de tiempo la plena integración al Espacio Europeo de Educación Superior de los estudiantes del Grado en Ingeniería de Edificación.

¿Por qué decidiste cursar una tesis doctoral?
Siempre quise dedicar mi vida a la docencia e investigación. Realizar los estudios de doctorado no es cuestión de situaciones de mercado o laborales, es vocacional. Significa desarrollar un proyecto de investigación sobre un tema original con una extensión significativa. Es el comienzo de una actividad investigadora que continuará en el futuro. Para mí, investigar no tiene sentido sin la docencia.

También trabajas como profesor en la Escuela. ¿Cómo compaginas la vida laboral y la académica?
Efectivamente, soy profesor en el Grado de Ingeniería de Edificación en las asignaturas de Seguridad y Prevención I y II, y en Gestión de Obras. Soy, también, profesor-tutor del Proyecto Fin de Grado. Compaginar ambas facetas es una tarea difícil, pero muy satisfactoria. Me supone un gran esfuerzo tanto familiar como personal, sin embargo, no lo cambio por nada. Mi gran apoyo y fortaleza, sin lugar a dudas, es mi mujer, Elia, que me anima incondicionalmente en la realización de los estudios de doctorado.

¿Cuál es la clave para organizarse?
Consiste en priorizar y alcanzar un equilibrio entre estas actividades; la formación siempre te enriquece como persona, docente y profesional. La excelencia implica un esfuerzo continuo y bien organizado y sacrificio que darán buenos frutos.

¿Te inquieta el hecho de que el nombre del título de Ingeniería de Edificación aún no esté confirmado en todas las universidades?
Mentiría si afirmara que no me preocupa la situación en la que se encuentra la denominación del Grado pero, sin embargo, tengo claro que se está evidenciando que, sea cual sea el nombre definitivo, la profesión tiene gran solera. Sus profesionales se caracterizan por sus excelentes competencias y habilidades para las actividades específicas relacionadas con la Edificación, tanto de tipo técnico/tecnológico, como económico y de gestión y, ahora más que nunca con la crisis actual, es necesario un perfil profesional como el nuestro que vele por la optimización de los recursos humanos, materiales y económicos que hay que gestionar en la construcción de edificios.

El Ingeniero de Edificación (o Building Engineer) es un profesional con una proyección futura indiscutible, capaz de afrontar los nuevos retos del sector apoyándose en las "lecciones aprendidas" de su andadura ya consolidada.

No obstante, independientemente de cuál termine siendo la denominación legal, seguirá siendo una titulación de Grado y, al realizar estos estudios, se adquiere una formación de 240 ECTS. Y, con 60 ECTS adicionales, que se consiguen con la superación de un Máster Oficial, se alcanzan los 300 ECTS que son el número necesario de créditos para que cualquier titulado pueda acceder a los estudios de doctorado. Es decir que el acceso al doctorado no se ve truncado para los alumnos que cursen este Grado. Por supuesto que, tampoco se ve afectado, aquel estudiante que ya está realizando los estudios de doctorado.

¿Qué opinas de que los arquitectos técnicos también puedan cursar una tesis doctoral bajo el mismo criterio que los ingenieros de Edificación, previa realización de un Máster Oficial, ya que cursan un año menos de carrera?
Considero que hay que subrayar dos aspectos. El primero es que no tenemos que olvidarnos de la trayectoria histórica de la profesión; en sus orígenes fue maestro de obras, después aparejador, más tarde arquitecto técnico y, ahora, ingeniero de Edificación. Las raíces del asunto son las mismas pero adaptadas a la coyuntura actual. Por lo tanto, si el ingeniero de Edificación puede acceder al doctorado por qué no el arquitecto técnico. Recordemos que, por la formación del Máster Oficial, que es la especialización, tienen que pasar los dos. No obstante, es raro que un arquitecto técnico que quiera dedicarse a la investigación no opte por adaptarse al Grado ya que será reconocida su formación a nivel europeo y, de cara a las publicaciones y participación en congresos y proyectos de investigación, es muy necesario.

El segundo aspecto es que no es cierto que Arquitectura Técnica fuera un año menos que Ingeniería de Edificación o que éste sea un año más que aquella. En Arquitectura Técnica, en tres años tenías la oportunidad de realizar las asignaturas pero, en un cuarto curso, tenías que realizar el Proyecto Final de Carrera que, como mínimo, abarcaba seis meses. En cambio, en Ingeniería de Edificación, el Proyecto Fin de Grado se desarrolla en paralelo con las asignaturas del cuarto curso. Por lo tanto, en una comparación no exhaustiva, son cuatro los cursos académicos necesarios para finalizar tanto la carrera de AT como el Grado de IE.

El ingeniero de Edificación recibe una base de conocimientos de mayor amplitud con respecto al Arquitecto Técnico correspondiente a 30 ECTS, es decir, un semestre más. No obstante, cabe recordar que las atribuciones profesionales de ambos títulos, hoy en día, son las mismas; las reguladas para los Arquitectos Técnicos según la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación.

¿Notas el especial énfasis en la investigación, que se supone requiere Bolonia, con la implantación de este nuevo doctorado enfocado al grado?
Sí, por supuesto. Antes el arquitecto técnico tenía cerradas las puertas de la investigación universitaria. El Proceso Bolonia ha provocado que las universidades tengan que permitir que estos titulados puedan doctorarse.

En la Universidad de Navarra, el ingeniero de Edificación puede ya intensificar sus conocimientos en el propio Grado en las áreas de Building Project Management y de Eficiencia Energética o bien dar sus primeros pasos en la investigación a través de los Research Training Programs. Esto, ya de por sí, nos diferencia. Y, por supuesto, el Doctorado en Edificación de la Escuela de Arquitectura es una verdadera apuesta de la Universidad de Navarra por la investigación en la Edificación, por la mejora de la profesión y del proceso edificatorio y, en general, del sector de la construcción.