Patricia Pomés Jiménez FOTO: Cedida

Con 23 años, Patricia Pomés Jiménez deseaba conocer de primera mano el mercado laboral a la vez que realizaba el Proyecto Fin de Carrera en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra. Pensó que el extranjero podría ofrecerle oportunidades más acordes con sus expectativas y, dado su carácter inquieto, no se lo pensó dos veces: envió su currículo a varios estudios de Austria, Alemania y Suiza. Su perfil convenció al estudio OOS, en Zürich, y lo que comenzó como una ‘aventura' profesional en el extranjero, se ha convertido hoy, tres años más tarde, en una prometedora carrera.

Asegura estar plenamente satisfecha con su elección: "Somos un equipo muy joven, a la vez que muy experimentado, formado por una veintena de personas con un fuerte carácter internacional y multidisciplinar. Además, la arquitectura y excelencia del país alpino son referentes indiscutibles sobre los que definir siempre nuevos horizontes".

Con respecto al terreno personal, reconoce que echa en falta a su familia y reconoce que el apoyo de sus padres es fundamental. "Siempre han puesto especial énfasis en la importancia de saber adaptarse a las diferentes situaciones y reaccionar ante las dificultades. Por ello nos han animado a conocer el mundo, tanto a mis hermanas como a mí".

"Es necesaria una fase de adaptación para poder entender el funcionamiento de una nueva ciudad, de una sociedad diferente. Si este proceso se afronta como una oportunidad de aprendizaje, las dificultades se minimizan en todos los aspectos", comenta.

En sus planes de futuro no descarta regresar a España: "Me encantaría volver a casa tarde o temprano, pero en ningún caso lo haría sin haber encontrado antes una oferta que pueda competir con las condiciones de las que aquí dispongo. Tiene que suponer un reto en mi desarrollo, tanto a nivel personal como profesional".