Después del confinamiento vivido durante los meses de marzo y abril por la crisis del COVID-19, se han defendido 40 tesis en la Universidad de Navarra. Tras el cierre de las aulas y la suspensión de actos académicos, los investigadores, procedentes de 13 facultades y 11 países, se han convertido en doctores gracias a un nuevo protocolo establecido, con aforo limitado de personas y diversas medidas de seguridad e higiene en las defensas. Algunos, como Fernando Crovetto, han tenido que hacerlo a miles de kilómetros; en su caso, desde Italia, donde reside. “Hace no mucho, esto era impensable. Creía que la tecnología no estaba tan avanzada, pero reconozco que ha sido una sorpresa comprobar que contamos con los instrumentos necesarios para lograr una defensa a distancia”.

Licenciado en Historia por la UPV-EHU (1996), en Teología por la Universidad de Navarra (2003), y doctor en Teología por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz Roma (2007), Crovetto es, desde el pasado mes de junio, doctor en Historia por nuestra Universidad, con una tesis sobre “La Acción Católica de Pío XI en España. La influencia de la experiencia italiana (1933-1936)”. “Pensé que con la distancia no estaría tan nervioso, pero los nervios se presentaron desde la tarde anterior y aumentaron durante las horas previas. Ha sido una experiencia curiosa”, afirma.

Cuenta que, el día de la defensa, antes de comenzar, hubo problemas con la conexión. Anticipándose a posibles escenarios, “fijamos una prueba previa que resultó clave: pudimos crear un segundo link en otra plataforma y comenzar puntualmente, gracias también a la colaboración de muchas personas”. Asegura que fue “muy intenso y largo”: “Acabé agotado, aunque muy contento por las observaciones y sugerencias de todos los miembros del Tribunal. Se leyeron mi trabajo a fondo y comentaron aspectos muy interesantes que ahora espero incorporar al texto para su publicación”, explica.

Miembro del Istituto Storico San Josemaría (Roma) y secretario de la revista Studia et Documenta, entre los planes de Fernando está volver a España: “La defensa a distancia impidió que pudiera reunirme con los miembros del Tribunal, así que nos veremos  cuando la publicación esté lista. De momento, seguiré investigando cuestiones relacionadas con la historia de la Iglesia durante el pontificado de Pío XII, aprovechando que el Archivo Apostólico Vaticano ya está abierto”.