El mensaje que transmiten los profesionales de cuidados paliativos puede ayudar a combatir mitos sobre esta disciplina
Un estudio liderado por la Universidad de Navarra detecta valores comunes: el bienestar del paciente como centro del cuidado y la importancia del enfermo como persona y de su familia
FOTO: Manuel Castells
El mensaje que los profesionales de los cuidados paliativos transmiten en su interacción diaria con los pacientes y los cuidadores ayuda a combatir mitos y comprender mejor esta disciplina. Así lo concluye un estudio liderado por el grupo de investigación ATLANTES del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, adscrito al Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra ( idiSNA).
Tres equipos de cuidados de tres regiones españolas realizaron 242 horas de observación participante. Se registraron notas de campo y conversaciones informales con los profesionales y se utilizó un diario reflexivo para madurar el proceso de observación y realizar un seguimiento de los conceptos analíticos. Así lo explican los autores del artículo, Carla Reigada, Carlos Centeno y María Arantzamendi.
El trabajo destaca la importancia de nombrar y argumentar explícitamente el propósito de los cuidados paliativos y su utilidad. Los investigadores detectaron tres mensajes centrales que los profesionales de esta especialidad trasladan implícita o explícitamente en su práctica del día a día.
Una cultura común, basada en los mismos valoresEn primer lugar, se presentan como un equipo multidisciplinar que trabaja para para satisfacer las necesidades del paciente. “Transmiten de una forma directa que pueden ayudar a controlar los síntomas durante situaciones agudas y prevenir posibles situaciones futuras”, afirma Carla Reigada, quien asegura que con frecuencia se escucha la expresión “estamos aquí para que no tenga dolor”.
Segundo, quieren conocer al enfermo como persona y para eso facilitan conversaciones con él para escuchar su historia y comprenderle. Carlos Centeno detalla que “las actitudes de los profesionales apuntan a cuidar al paciente a lo largo de la trayectoria de la enfermedad, a establecer una relación terapéutica, personal y profesional, basada en la confianza y el tiempo dedicado”.
Y tercero, intentan de manera proactiva saber más sobre la familia y su situación para apoyar a sus miembros. De acuerdo con María Arantzamendi, “los profesionales muestran una disponibilidad para ayudar a los familiares en todo lo que necesitan. La intención final es intervenir y reducir el sufrimiento de todos y hacer tolerable tanto el dolor físico como el emocional”.
De este modo, los investigadores del grupo ATLANTES del ICS perciben una cultura común, basada en los mismos valores que se reflejan en los mensajes de los sanitarios, transmitidos a través de disponibilidad y aceptación hacia la persona enferma. Sugieren que las conclusiones son potencialmente transversales a otros países europeos.
El artículo se ha publicado en la revista BMC PalliativeCare, editada por la prestigiosa editorial académica Springer. Asimismo, se ha elaborado un resumen ejecutivo en castellano, inglés y portugués para divulgar las conclusiones entre los profesionales especializados.