El humor en el arte: un grupo de graduados del Máster en Estudios de Comisariado del MUN presentan en Madrid su propuesta expositiva en torno a la Colección Bergé
La muestra, elegida entre los Trabajos de Fin de Máster del posgrado, se inaugurará en verano en el MUN y cuenta con el apoyo de la Fundación Palazuelo y Fundación La Caixa
13 | 02 | 2023
¿Qué papel juega el humor en el arte contemporáneo? ¿Cómo utilizan los artistas este procedimiento? Estas son algunas de las preguntas que Eva del Llano, María Gallegos y Jaime Guillén, egresados de la IV promoción del Máster en Estudios de Comisariado del Museo Universidad de Navarra se hicieron al explorar la Colección Bergé y advertir que los elementos humorísticos y lúdicos eran recurrentes en muchas de sus obras. Fruto de esta investigación surgió Una broma es una cosa seria: el humor en el arte a través de la Colección Bergé, proyecto expositivo elegido entre los Trabajos de Fin de Máster, que se expondrá el próximo verano en el MUN.
El pasado jueves lo presentaron en el despacho Cuatrecasas de Madrid, donde los jóvenes comisarios mantuvieron un encuentro con el público, acompañados por Gabriel Pérez Barreiro, comisario y director del TFM; María Aguilera, conservadora de la Colección Bergé y miembro de la defensa del TFM; y Nieves Acedo, directora del posgrado.
La propuesta busca mostrar el humor como un procedimiento que usan los artistas para abordar temas actuales y provocar así la reflexión del espectador sobre el mundo y las circunstancias que le rodean. “El humor es un medio en nuestra exposición, no una temática expositiva. No nos interesa tratarlo como tema o contenido; al contrario, constituye un vehículo para apuntar a otros temas. En cada obra, el artista trata diferentes cuestiones, pero todos ellos utilizan ese lenguaje jovial y desenfadado que atrae al espectador. Según nuestra apreciación del arte contemporáneo y la visión que nos formamos sobre el humor a partir de las investigaciones para este proyecto, consideramos que sí es bastante común este recurso, pero en la misma medida en que convivimos con el humor en cualquier otro ámbito de la cultura como puede ser el cine, la televisión o el cómic…”, detallan los comisarios.
CAUTIVADOS POR LA COLECCIÓN BERGÉ
Desde el inicio, explican los graduados, sintieron una fuerte conexión con las piezas de la Colección Bergé, lo que les ayudó a afrontar el reto: “Cada una de ellas nos llamaba la atención por motivos diferentes, y poco a poco fuimos siguiendo un hilo conductor que nos ayudó a dar forma al proyecto. Nos cautivaron muchísimas obras, lo que significó un comienzo caótico con una miscelánea de ideas que debimos depurar”.
Así, recuerdan que llegar a un consenso sobre qué piezas escoger y cómo trabajar con ellas no fue una labor sencilla. “La confianza que teníamos, con muchas obras en común, nos ayudó a dejar un lado el interés personal, es decir, dejamos de pensar en qué queríamos nosotros de este proyecto, para empezar a pensar lo que ofrecen las obras al espectador. Esto fue muy importante, porque tienen una fuerza enorme y nosotros debíamos potenciarla y no esconderla bajo nuestros intereses como curadores”, apuntan.
En este sentido, la formación recibida durante el Máster en Estudios de Comisariado les ha ayudado a llevar adelante el proyecto, que constituye, en sus palabras, “una pieza central del máster”. “Especialmente en el segundo semestre, cuando comenzamos a desarrollarlo, se articulan materias imprescindibles como Comunicación, con Lola Iglesias; Protocolos de Conservación, con Asunción Domeño; o Arte y Espacio, con Javier Antón, por mencionar algunas que nos brindaron una aplicación directa a nuestro Trabajo Fin de Máster. Sin duda alguna, este proyecto ha materializado muchas de las enseñanzas del máster, pasando del plano teórico al plano práctico. Consideramos que esto es fundamental para la asimilación de gran parte de lo cursado”. En verano, la exposición llegará a la sala Torre del Museo.