"Es importante que el adolescente no confunda una atracción inicial con el amor de su vida. Por eso debe ser prudente frente a sus impulsos y sus sentimientos para poder ofrecer su sexualidad cuando pueda de verdad entregarla a alguien que compartirá con él o con ella su vida". Así lo indican tres investigadores del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra: Jokin de Irala, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública; Carlos Beltramo, doctor en Educación; y Alfonso Osorio, profesor de la Facultad de Educación y Psicología.

Estos expertos del proyecto ‘Educación de la afectividad y de la sexualidad humana' del ICS son los autores de ‘Relación afectiva y apego en el noviazgo', uno de los capítulos del libro La formación de la voluntad matrimonial: anomalías, patologías y normalidad. El volumen recoge las Actas del X Simposio Internacional del Instituto Martín de Azpilcueta de la Facultad de Derecho Canónico.

De acuerdo con estos especialistas, "el adolescente debe buscar conocer un poco más a la persona que le atrae sabiendo que con paciencia se equivocará menos". En ese sentido, destacan que al amor "se llega por la vía de la amistad, del conocimiento real de la otra persona. En el amor hay respeto, compromiso, ganas de compartir, capacidad de perdonar y pedir perdón. En el amor se está con el otro o la otra en las buenas y en las malas".

El hedonismo produce "ceguera afectiva"

Por el contrario, recalcan que las prácticas hedonistas producen "ceguera afectiva", ya que en este tipo de comportamientos "la afectividad no está integrada sino dominada por los impulsos" y, por tanto, en estas relaciones se impone "el escepticismo frente a cualquier compromiso de mayor entidad".

"Los gestos del amor –recuerdan- incluyen la completa unión corporal y espiritual. La ternura de todos los días también tienen lugar durante el noviazgo pero la relación sexual tienen su lugar adecuado en el matrimonio. El compromiso y la entrega se mantendrán en el tiempo, superando las dificultades inherentes a la vida en común".

Los doctores De Irala, Beltramo y Osorio hacen las siguientes recomendaciones para ayudar a los jóvenes a retrasar el inicio de las relaciones sexuales: formarse sobre el sentido del amor y la sexualidad, fortalecer la voluntad, aprender a manejar el impulso sexual y elegir un ocio saludable.

Para ayudarles a adquirir estos hábitos de vida, hacen hincapié en la importancia de "contar con elementos de educación afectivo sexual para configurar esa preparación remota y mediata tanto en la acción de los padres como en la información que los mismos jóvenes reciben".

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