Federico José Xamist: "La clave del cruce entre Arte y Teología se da en la Encarnación"
El iconógrafo participó en el Simposio celebrado en la Universidad de Navarra
Federico José Xamist es pintor iconógrafo, de procedencia chilena que ha vivido en Grecia 8 años, período en el que se formó para esta técnica pictórica. En su ponencia con motivo del XXXIV Simposio "Arte y Teología", organizado por la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, afirmó que "la clave del cruce entre Arte y Teología se da en la Encarnación. Dios se hace ver, oír y tocar. El artista puede hacer de la estética una experiencia absoluta del lenguaje entre Dios y el hombre".
La traición de los iconos -a los que calificó como caso paradigmático de la relación fecunda entre Arte y Teología- toma cuerpo en el siglo V como testimonio histórico de la Encarnación y trazó su consolidación en la historia a través de las distintas corrientes artísticas. Destacó su importancia para la vida de la iglesia universal y recordó como san Juan Pablo II lo consideró "una instancia privilegiada para el ecumenismo, eficaz herramienta de cristianización, para dar a conocer el acontecimiento de la Encarnación".
El icono, explicó Xamist, parte de la perspectiva invertida. El punto de fuga de la imagen se proyecta desde la superficie pictórica hasta el espacio del espectador. Cada objeto tiene su propio punto de fuga. No pretende la presentación de un mundo espiritual como contraposición a un mundo naturalista.
La perspectiva es relacional y el ritmo adquiere un sentido de plasticidad, principal rector de la pintura griega. Las composiciones del icono son dinámicas. "En el caso del rostro se contrapone la mirada hacia donde gira la cabeza". En relación al uso del color, afirmó que "no funciona solo tonalmente, sino que hay que alternarlo con colores cálidos y fríos".
"Deisis" en las Facultades Eclesiásticas
Con ocasión de la celebración del XXXIV Simposio "Arte y Teología" Federico José Xamist instaló en el vestíbulo del edifico de las Facultades Eclesiásticas nueve iconos cuadrados, de 50x50 cm. En su ponencia explicó que se trataba de una "Deisis", breve programa iconográfico que significa "plegaria": la que se puede elevar a Cristo mientras se contemplan.
En la línea central y de izquierda a derecha se encuentra la Virgen, Cristo en majestad y san Juan Bautista. Arriba y encima de Cristo está el arcángel Gabriel, mensajero de Dios, que lleva a la Virgen la noticia de la Encarnación. En la parte inferior de Cristo y en la misma línea está el icono del arcángel Miguel, como expresión de la lucha contra el mal. En los cuarteles de la cruz griega que conforman las imágenes anteriores, sitúa los cuatro evangelistas: san Marcos, san Mateo, san Lucas y san Juan, como difusores de la buena nueva por los cuatro puntos cardinales.
La "Deisis" constituye un resumen de la iconografía de toda la Iglesia, con tres niveles de desarrollo: la Encarnación, los órdenes angélicos y la vida de la Iglesia. "Con la disposición de estas nueve imágenes de manera cuadrangular quise reproducir el trazado elemental de las Iglesias ortodoxas, que consiste en una cruz simétrica que se inscribe dentro de un cuadrado, resumen de la iconografía de toda la iglesia. Concibo esta instalación litúrgica como oración al paso", afirmó el artista.
Al finalizar el Simposio, Xamist regaló la "Deisis" a las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra.