Ander Manterola, sacerdote, sociólogo, antropólogo y presidente de Etniker Euskalerria, en su intervención el miércoles en los actos conmemorativos del 50 aniversario de la Cátedra de Lengua y Cultura Vasca de la Universidad de Navarra hizo una semblanza de don José Miguel de Barandiaran, y lo calificó "de hombre sencillo, humilde y cristiano. Tocó la conciencia de Vasconia, aseguró. La historia nunca es exacta, pero puede ser honrada. Y la honradez es la mayor cualidad de la investigación. Barandiarian fue también un hombre honrado".

El 20 de enero de 1964 don José Miguel recibió de la Universidad de Navarra la encomienda de dirigir la Cátedra y anotó en su diario. "Hoy he recibido del decano de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra -en aquel momento don Antonio Fontán- el encargo de dirigir la Cátedra de Lengua y Cultura Vasca. Nuestro propósito es convertir la Cátedra no solo en tribuna docente, sino en núcleo de investigación". Pocos días más tarde, el 30 de enero, preparó un curso de 12 lecciones. Barandiaran dirigió la Cátedra durante los años 1964-1978 y puso en marcha la elaboración del Atlas Etnográfico de Vasconia.

"Poder disponer de un grupo de alumnos libres de la Universidad de Navarra (es decir, que asistían a cursos abiertos), le dio la oportunidad de empezar a formular el Atlas Etnográfico. Pero un proyecto no es nada si no existe un grupo de investigación, afirmó Ander Manterola en su conferencia. Entre esos alumnos con los que contó figuraban José Mª Satrustegui, Jose Mari Jimeno y Luciano Lapuente.

Y fue el 18 de julio de 1968 en la Biblioteca de Humanidades de la Universidad de Navarra cuando se conformó el Etniker Navarra. En esa reunión Barandiaran presentó un avance del cuestionario que serviría de investigación para levantar el Atlas Etnográfico. Era coherente, estaba formado por mil preguntas divididas en ocho capítulos. Allí se preguntaba acerca de todo el espectro cultural: el ámbito doméstico, el pastoreo, la  fiesta, las tradiciones religiosas, la agricultura, la navegación y pesca, la indumentaria, la artesanía, la vecindad, leyendas, cuentos y narraciones. Cada investigador debía redactar una monografía en la que se recogerían todos esos aspectos. De hecho están terminadas las de San Martín de Unx, Artajona, San Martín de Amescoa y Valcarlos.

El primer volumen del Atlas Etnográfico se publicó el 1991 "Alimentación doméstica en Vasconia". "25 años después de la constitución de Etniker Navarra, eso es en 1993, hicimos un balance, continuó Manterola: el 70% de la temática propuesta por Barandarian estaba cumplido, investigado, aunque no publicado. El éxito se debió no solo al prestigio de Barandiaran, sino también a su saber. Él supo hacer partícipe a los alumnos en su investigación y les hizo amar la investigación de campo". El Atlas no está terminado, está diseñado en 15 tomos de los que hay publicados 6, pero lo editado hasta ahora hay que leerlo con ojos de años venideros. Será una materia de primera magnitud para historiadores, cineastas, economistas y novelistas del futuro.