"En East Anglia ponen el foco de la enseñanza en la relación farmacéutico-paciente"
- Ana Posse, alumna de 4º de Farmacia+IPC, relata su experiencia durante este curso en una de las universidades más prestigiosas de Reino Unido
FOTO: Cedida
Para Ana Posse (4º de Farmacia + International Pharmaceutical Certificate), este curso en East Anglia University -campus en el baremo del 1% de los centros más prestigiosos del mundo según Times Higher Education- está resultando muy enriquecedor, tanto por el enfoque diferente de la profesión -en la que resalta la relación directa del paciente con el farmacéutico-, como por el estilo de la docencia, donde los temas no se estructuran por áreas sino que se estudian en todas sus vertientes a cargo de distintos profesores. En su opinión, estudiar un año fuera es totalmente recomendable: “Te ayuda a abrir tu mente, a familiarizarte con otras culturas y a interiorizas distintas formas de ejercer la profesión”.
- ¿Cómo y por qué te decidiste por esta experiencia en East Anglia?
Desde que empecé la carrera sabía que me quería ir de intercambio. Barajé distintas opciones y me decanté por East Anglia. Esta universidad tenía muchos puntos a favor: desde el hecho de que el campus estuviera apartado de la ciudad -con muchas áreas verdes-, hasta el clima. Como Norwich se ubica en el lado este de Inglaterra, es la parte más cálida y soleada del país. Todos los comentarios que encontré eran muy positivos. Desde luego, también me decidió que la Facultad de Farmacia es muy buena y que posee un porcentaje muy alto de alumnos internacionales.
- Hasta el momento, ¿cómo está transcurriendo el curso? ¿Cuáles dirías que son las grandes diferencias entre la enseñanza en España y en Inglaterra?
Para empezar, aquí hay muchas menos horas de clase y más tiempo de estudio independiente para completar la formación que recibes en clase. Las clases tampoco están dividas por área (Anatomía, Fisiología, Genética, Química Orgánica…), sino que se organizan en temas más grandes, de modo que cada hora de clase la imparten profesores de distintas áreas. Por ejemplo, una de mis materias es el sistema gastrointestinal y el cáncer. En ella, en el transcurso de una semana distintos profesores enseñan anatomía, fisiología, fisiopatología de un órgano y los distintos fármacos y su diseño para tratar varias enfermedades.
En mi opinión, estudiar los temas de este modo ayuda mucho más a unir las distintas áreas y a poseer una visión más global. Por otro lado, estudiar de este modo también resulta más complicado porque en una clase se imparten conocimientos de todas las áreas. Además, en Inglaterra ponen el foco en la relación farmacéutico-paciente. Las clases parten de cómo actuar para ayudar al paciente y, en caso de que sea necesario, derivarlo al médico. Este enfoque profesional se trabaja desde primer de carrera, cosa que en España no existe.
- ¿Cuánto tiempo va a durar tu estancia en el Reino Unido y qué planes tienes para el próximo curso?
Voy a estar todo el año en el Reino Unido. El año que viene regresaré a Pamplona para acabar Farmacia.
- ¿Por qué recomendarías una experiencia así a otro alumno de Farmacia?
Porque te ayuda mucho a abrir la mente. Te enseña a aprender de otra forma, te ayuda a conocer otras culturas y a desentrañar el funcionamiento de los sistemas de salud. Hoy en día hay que tener un conocimiento global para acceder a cualquier sector en el que quieras trabajar. Cuando te familiarizas con otras culturas e interiorizas las distintas formas de ejercer la profesión, solo puedes mejorar.
- ¿Cómo valoras la enseñanza recibida hasta ahora en la Universidad de Navarra a la hora de seguir formándote en otro país y en otro idioma?
La exigencia académica de la Universidad me ha ayudado mucho porque East Anglia también tiene un alto grado de exigencia. Además, las bases académicas que he recibido -tanto en manera de estudiar como en el conocimiento de distintas áreas-, sin duda me han ayudado para acceder a estudios fuera de España.
Por otro lado, la enseñanza en valores de la Universidad constituye un punto diferencial que no he percibido todavía en East Anglia. De hecho, yo venía de trabajar en clase los problemas éticos que se pueden derivar de la genética o la química farmacéutica, entre otros. Sin embargo, mis compañeros en clase en el Reino Unido se sorprenden cuando los menciono, ya que ellos no lo han estudiado. En mi opinión, este aspecto resulta primordial a la hora de profundizar en la profesión y de valorar cómo afecta nuestro trabajo a los demás.