Ha quedado abierto el plazo para solicitar una nueva beca para prácticas internacionales de Gobierno de Navarra, dirigida a graduados menores de 30 años que se encuentren en situación de desempleo y que quieran realizar prácticas en otros países.

Impulsadas por el gobierno foral, pueden solicitarla hasta el próximo 17 de febrero todos aquellos graduados que tengan una relación con Navarra, bien porque hayan nacido allí o porque se encuentren empadronados en esta comunidad.

El programa, que cuenta este año con una dotación de 150.000 €, fue el mismo que permitió a Sandra Erdozáin (Biología 13) realizar una estancia de seis meses en un laboratorio en Nebraska (EE. UU.) en 2015. En su caso, la ayuda estuvo dotada con 4.000 €. “Recuerdo la experiencia como enriquecedora, tanto en el plano profesional como personal. En la Universidad de Nebraska-Lincoln colaboré en un proyecto que estaban desarrollando con una especie vegetal que podía ser una buena candidata para elaborar, a partir de ella, biocombustibles”.

En los seis meses de estancia, recuerda, le tocó tanto trabajar en el laboratorio como en los invernaderos, participando de todas las fases del experimento. Incluso tuvo la suerte de participar en congresos donde se presentaron los resultados que iban obteniendo. “Tenía claro que quería ir a un país de habla inglesa, ya que uno de los objetivos era mejorar mi nivel de inglés. Busqué opciones tanto en EE. UU. como en Canadá y finalmente realicé la entrevista con el que después sería mi jefe en Nebraska”.

Salir de la zona de confort

Desde la perspectiva del tiempo que ha pasado, Sandra subraya que la experiencia en otro país “fue una gran oportunidad para seguir aprendiendo, para conocer nuevas culturas y mejorar mi inglés. Pero también para conocerme a mí misma, salir de mi zona de confort y exponerme a algo totalmente nuevo lejos de casa”. Su consejo, para alguien que esté pensando en solicitar la beca PIN, es que busque un buen lugar de destino: “Hay muchos centros de investigación y empresas que desconocen este tipo de ayudas. Si te das a conocer de la forma adecuada puedes conseguir unas buenas prácticas que van a serte muy útiles”, destaca.

Al final, añade, una experiencia internacional “es un impulso a tu currículo, deja constancia de que eres capaz de muchas cosas. De trabajar en otra lengua, de adaptarte a situaciones nuevas y de enfrentarlas –en muchas ocasiones, serás el único becario en tu departamento-, y, sobre todo, te enriquece profesional y personalmente, y eso también queda patente en una entrevista de trabajo”, enfatiza.

Sandra trabaja ahora en el departamento de I+D de Eggnovo, una empresa navarra que se dedica a la obtención de materias primas para complementos alimenticios a través del reciclaje de cáscara de huevo.